Pintura de lodo

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Jesús le ordenó al ciego que se pusiera barro en los ojos, y que se lavara en el río. Cuando el hombre obedeció, su vista fue restaurada. Los niños pueden pintar con los dedos usando budín de chocolate para tener una idea de la consistencia del barro y representar la historia a medida que la lees. Dales una foto del esquema de una cara y diles que esparzan "lodo" en los ojos cuando leas esa parte. Cuando el hombre se baña en el río y recobra la vista, pídele a los niños que limpien el "lodo" y que griten: "¡Gracias Jesús! ¡Puedo ver!"

Venda

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Puedes darle a los niños una pequeña muestra de la ceguera al dejarles hacer una venda. Corta un antifaz de cartulina y haz un agujero en ambos lados. Ata una cuerda a través de los dos agujeros para que se adapte al tamaño de la cabeza del niño. Pídele a los niños que se pongan las máscaras y dales algunas tareas sencillas como comer un bocadillo, beber jugo o caminar hacia la puerta. Discute cómo se siente al hacer las tareas cotidianas sin poder ver. Lee las instrucciones de Jesús al ciego. Haz que los niños digan: "Voy a obedecer a Jesús," pretende lavar sus caras con agua y quítales las máscaras. Intenta las tareas nuevamente y compara la relativa dificultad de llevarlas a cabo con y sin la vista.

Dibujo a ciegas

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Antes de que una persona conozca a Jesús, la Biblia dice en 2 Corintios 4: 3 y 4, "si nuestro Evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está velado; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que no les resplandezca la luz del Evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios". Pero cuando alguien se dirige a Dios en busca de ayuda, Dios abrirá sus ojos para que vea y conozca la verdad. Ilustra esto pidiéndoles a los niños que hagan dibujos a ciegas de grupos de dos. Venda un niño de cada pareja y dale un lápiz y un papel. Dale al otro un dibujo simple. Este último debe darle a su socio cegado instrucciones paso a paso para recrear el dibujo. Deja que comparen el dibujo original con su intento a ciegas y que discutan cómo la gente necesita la ayuda de Dios. Vuélvele a colocar la venda de los ojos y comienza con un dibujo nuevo, pero esta vez que el niño que ve guíe físicamente la mano del compañero ciego como Dios guía a una persona a caminar en Su camino, incluso cuando no puede ver el panorama completo.

Marionetas para el antes y el después

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Una simple marioneta con un plato de papel le da a los niños una visual de primera mano para volver a contar la historia de Jesús sanando al ciego. Dibuja caras en la parte posterior de dos platos de papel, o usa materiales artesanales como ojos saltones, pelo de hilo y botones para crear las caras. Uno de los lados debe tener los ojos cerrados o solapas sobre los mismos para representar al ciego. El otro lado tiene los ojos abiertos, que representan al hombre sanado. Pega un palito largo de madera o un agitador de pintura en el interior de uno de los platos y grapa los dos platos alrededor del borde con los rostros mirando hacia fuera para que aparezcan alternativamente al mover el títere en el palo. Deja que los niños se formen de a dos y vuelvan a contar la historia usando sus marionetas para ilustrar la transformación del poder sanador de Jesús.