Cómo almacenar una langosta viva

Escrito por Sandy Smith ; última actualización: February 01, 2018
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La clave para almacenar exitosamente a una langosta viva es recordar que tiene unas características físicas únicas que quieren consideración. Primero, una langosta es una criatura viviente y que respira, y para asegurarse de que permanezca viva, hay que preocuparse para que respire. Las langostas respiran a través de las branquias, y estas tienen que mantenerse húmedas para poder funcionar apropiadamente. Hay dos cosas en particular que hay que evitar para poder mantener a tus langostas vivas hasta que estés listo para cocinarlas: el calor y la sequedad. Si mantienes a tus langostas en un ambiente frío, húmedo y oxigenado, podrás esperar que sobrevivan por aproximadamente 36 a 48 horas después de llevarlas a casa.

Selecciona las langostas que se vean activas y alerta. Asegúrate de que las langostas tengan unas bandas elásticas alrededor de sus pinzas para que no te lastimen o se lastimen entre sí mientras están almacenadas. El color de la langosta en sí es insignificante. Las langostas pueden variar de marrón a negro, azul o verde.

Manipula a tus langostas con cuidado; entre menos las tengas que manipular, mejor. Las langostas pueden estresarse y debilitarse al empujarlas demasiado.

Coloca a las langostas en un contenedor grande, como un refrigerador de espuma de poliestireno, sin tapa. Si estás almacenando muchas langostas, altérnalas de la cabeza hasta la cola en el contenedor, doblando la cola por debajo de la langosta. Coloca tiras de periódico húmedo o algas entre las capas de langostas si las vas a colocar una encima de la otra. Empacarlas cuidadosamente ayudará a protegerlas de una herida. Cubre las langostas con periódico húmedo rasgado en tiras o envuélvelas con toallas húmedas de manera no muy apretada. Si es posible, usa agua de mar para humedecer los periódicos o toallas.

Revisa para asegurarte que los periódicos o toallas estén todavía húmedos cuando llegues a casa. Si hay espacio, coloca todo el contenedor que mantiene a las langostas en el refrigerador. Si no, desocupa uno de los cajones para vegetales o frutas, fórralo con una toalla o periódicos húmedos, y coloca las langostas ahí. Vuelve a cubrir las langostas con el recubrimiento que tenían antes. Si estás usando un contenedor, no lo cierres con la tapa, ya que las langostas necesitarán aire para respirar y se sofocarán en un ambiente hermético.

No sumerjas langostas vivas en agua dulce o salada, y no las coloques en hielo. Mantenerlas en el refrigerador les proporcionará un ambiente lo suficientemente frío, y rodearlas con material húmedo mantendrá sus branquias lo suficientemente húmedas. Lo ideal es cocinar y comerse las langostas lo más pronto posible después de llevarlas a casa, pero deberían sobrevivir sin problemas por uno o dos días si les proporcionas condiciones habitables.

Advertencias

Nunca coloques a una langosta en un contenedor sellado; requerirá oxígeno y se ahogará y morirá si no puede respirar.

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