¿Cómo se puede ablandar la arcilla para poderla trabajar?

Escrito por Sylvia Cini ; última actualización: February 01, 2018
snowflock/iStock/Getty Images

La arcilla se endurece cuando pierde la humedad o el calor. Para corregir este problema y hacer que sea blanda de nuevo, debes restablecer los ingredientes que se han perdido. Sin embargo, la adición de un material inadecuado puede hacer que ésta sea aún menos blanda. Asegúrate de examinarla antes de continuar para asegurarte de que se agregue sólo lo necesario. Un bloque enfriado de arcilla se sentirá frío, perderá color y se verá opaco, además, un bloque deshidratado también desarrollará grietas y escamas en la superficie.

Calzado y amasado

A veces la arcilla nueva es dura porque está mecánicamente empacada. El calzado y amasado ayudan a suavizarla al agregar calor y romper el material de relleno. Comienza por cortarla en pedazos manejables, tratar de amasar grandes piezas puede causar una presión excesiva en las manos. Lanza las piezas de arcilla contra una superficie plana tal como una mesa de acuñado para eliminar burbujas de aire y modificar el material. A continuación, gira la masa en tiras largas y amásala con las manos desnudas. Repite el lanzado y luego el amasado hasta que se haya ablandado.

Calor

El calor es una forma de energía que excita las moléculas, lo que hace que se muevan de forma errática. Aunque no se puede ver, esta actividad molecular crea un espacio dentro del bloque de la arcilla para el aire y el movimiento, por lo que se suaviza el bloque y se ablanda. Ten cuidado al aplicar calor a cualquier tipo de arcilla ya que el calor también elimina la humedad, lo que puede hacer que ésta sea menos flexible. Utiliza tus manos desnudas o una pistola de calor a baja temperatura para aplicar calor.

Humedad

Si al moldear la arcilla se pone dura por la falta de humedad, reintroduce líquido para hacerla más maleable. Córtala en pedazos. Coloca los trozos en una bolsa a prueba de agua y añade una cucharada de agua. Agita la bolsa con fuerza y usa un ablandador o martillo de goma para aplanarla. Repite el proceso para incorporar plenamente el agua y la arcilla. Añade arcilla nueva para mejorar la textura.

Prevención

Evitar que la arcilla se ponga dura en primer lugar ahorra tiempo y conserva las propiedades originales del material, incluyendo el color, la consistencia y la fuerza. Envuélvela en plástico y guárdala en un recipiente hermético. Saco solo lo que vas a utilizar en la próxima hora, y no mezcles viejas y nuevas o diferentes marcas.

×