Step 1

Añade 1/4 de taza de aceite de ricino a un tazón mezclador vacío. Dilúyelo agregando una cantidad igual de otro aceite, como el de jojoba, el de semillas de uva o de oliva. Para esta mezcla, adiciona 8 onzas (236 ml) de champú.

Step 2

Revuelve la mezcla con una cuchara de madera. El aceite de ricino es muy viscoso y requerirá que mezcles durante un minuto o dos para que se combine bien.

Step 3

Añade más aceite de ricino junto con el aceite que estás usando para diluirlo. Usa las mismas medidas, 1/4 de taza de cada uno. Nuevamente, agrega 8 onzas (236 ml) de champú y revuelve para combinar los ingredientes. Repite hasta que tengas la suficiente cantidad como para llenar la botella vacía que has escogido para almacenar tu mezcla.

Step 4

Abre la botella vacía y coloca un embudo en la abertura. Vierte cuidadosamente el contenido de la mezcla del champú en la boca del embudo para llenar la botella. Quítalo cuando hayas terminado y coloca la tapa.

Step 5

Agita la botella antes de cada uso para asegurarte de que los componentes permanecen en suspensión. Úsalo como harías con cualquier champú para disfrutar los beneficios nutritivos del aceite de ricino cada vez que te lavas el cabello. En cuatro a ocho semanas deberías notar que este se vuelve más grueso y luce más brillante. Las puntas florecidas aparecerán en forma menos frecuente y tu cabello será más fácil de peinar a medida que mejora su estado general.