Cómo se adapta el oso polar al clima

Las duras condiciones climáticas hacen que los osos polares deban adaptarse a su hábitat.

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Los osos polares son criaturas magníficas, con una notable capacidad para adaptarse a los cambios climáticos severos. Si bien estos grandes mamíferos se encuentran en la parte superior de la cadena alimenticia, las duras condiciones de los climas árticos en las que viven hacen imperativo que adquieran nuevas características de supervivencia.

Supervivencia a climas fríos

El clima de las regiones del norte del Ártico, donde los osos polares viven puede llegar a temperaturas tan bajas como 50 grados Fahrenheit bajo cero (-45,54 ºC). En consecuencia, el oso tiene varias características que le ayudan a mantener el calor. Un total de dos capas de piel ayudan a aislar al oso y mantener su tasa metabólica, incluso cuando no encuentra suficiente alimento para comer. Además, los osos almacenan una gruesa capa debajo de la piel, y la grasa actúa como un aislante adicional. La piel debajo del pelo es en realidad negra para absorber el calor del sol tanto como sea posible. Los rasgos secundarios del oso -las orejas y la cola- también ayudan a reducir la pérdida de calor. Una parte del calor puede perderse a través de la nariz, haciendo que los osos cubran esta porción con sus patas para mantener el calor.

Caza y alimentación

A los osos polares les gusta alimentarse de la carne de focas y morsas. El oso tiene fuertes mandíbulas para aplastar a su presa. Los osos polares suelen esperar pacientemente en agujeros de respiración o aberturas en el hielo para poder tomar una foca o morsa cuando estás últimas asomen la cabeza por el agujero para respirar. Sus fuertes mandíbulas aplastarán la cabeza mientras voltean a su presa sobre el hielo. Los osos polares también acechan a sus presas, arrastrándose sigilosamente y camuflándose con el entorno hasta que estén lo suficientemente cerca como para correr y atrapar a sus presas.

Camuflaje

A pesar de que el oso polar se encuentra en la parte superior de la cadena alimentaria, requiere métodos de defensa para su supervivencia. Una de estas adaptaciones incluye su pelaje blanco. Como el oso polar vive en lugares fríos y las regiones árticas del mundo a menudo están rodeadas de blanca nieve y de hielo. El pelaje del oso polar se mezcla con el entorno natural, protegiéndolo de los cazadores y permitiendo acechar a sus presas sin ser detectado.

Nado

Una gran parte del hábitat de un oso polar es el agua fría. Con el fin de cazar y vivir, los osos deben ser capaces de nadar. Algunas adaptaciones les permiten a los osos polares ser nadadores naturales y efectivos. Los dedos de los pies palmeados aumentan su capacidad de remar rápidamente a través del agua. Además, las fosas nasales de los osos polares son estrechas, lo que les permite estancias breves bajo el agua.

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