Cómo adherir remaches a las telas

Cuando utilizas tela gruesa o en varias capas, creas o reparas ropa, carteras u otros objetos, es importante reforzar las costuras allí donde la máquina de coser no llega bien. Agregar remaches es una buena opción para asegurar la unión de materiales; además, son económicos, fáciles de usar y agregan un detalle decorativo a cualquier proyecto.

Elige el tamaño apropiado del remache midiendo el grosor de la tela que necesitas unir. La vara del remache (el perno) debe ser un poco más largo que ese grosor. Si es demasiado corto, no se unirán las piezas; si es demasiado largo, habrá espacio para que la tela se mueva e incluso se deshilache.

Decide dónde quieres adherir el remache y haz una marca en la tela con un bolígrafo o una tiza de sastre.

En la marca que realizaste y utilizando el punzón de tamaño múltiple, haz un agujero en la tela. Elige un tamaño que sea igual o apenas más chico que el perno del remache. El agujero que hagas debe ser un ojal bien ceñido al perno. Si no tienes un punzón, puedes utilizar unas tijeras pequeñas para hacer el corte, pero de esta forma es más difícil conseguir el tamaño correcto.

Inserta el perno en el agujero que acabas de crear, así la cabeza del remache se conectará con la parte exterior de tu proyecto. Presiona la cabeza. Las dos partes se unirán, pero se necesita más presión para que se traben bien.

Coloca el yunque de remaches bajo la base del perno.

Coloca el extremo cóncavo de la remachadora sobre la cabeza de tu remache.

Asegúrate de que las herramientas y el remache se encuentran sobre una superficie dura y protegida. Utilizando un martillo, golpea la remachadora contra la cabeza del remache. Esto terminará por unir las piezas.

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