La temperatura adecuada para una calefacción central

Haz que sea una práctica familiar bajar tu termostato a 68 grados (20º C).

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Los sistemas de calefacción central proporcionan una comodidad que es fácil de obtener. Alrededor del 45 por ciento del dinero gastado en energía va a la calefacción y refrigeración, con un promedio de alrededor de US$10.000 en 10 años, de acuerdo con la California Energy Commission. Si bien es común tomar un enfoque de "establecimiento y olvido" con tu termostato, utilizar las temperaturas recomendadas por las agencias estatales de energía y por las empresas de servicios públicos pueden ayudarte a mantenerte cómodo y a disminuir el impacto de tus facturas mensuales de energía.

Mientras estés en casa

Para ahorrar dinero y utilizar la energía con prudencia, las empresas de servicios públicos y los reglamentos estatales de energía de Madison Gas and Electric en Madison, Wisconsin y The Washington Utilities and Transportation Commission en el Estado de Washington promueven temperaturas establecidas para la calefacción mientras estás en casa, lejos de casa y en vacaciones. Se recomienda una temperatura de calefacción en invierno de 68 grados Fahrenheit (20 ºC) cuando estés en casa, independientemente de la temperatura exterior. Si es necesario, crea una zona o un "cuarto caliente" dentro de tu casa, donde todos se reúnan, tales como la sala de estar y complementa esa zona con una unidad de calefacción de ambiente. Úsala de forma segura y sólo por unas horas, como cuando todos están juntos después de las comidas. Esto evitará que aumentes la temperatura en toda la casa cuando es necesario aumentarla sólo en un área.

Cuando estés lejos de casa

La mayoría de las agencias de energía del gobierno y las empresas de servicios públicos regulados por el Estado recomiendan que ajustes el termostato a 55 grados (12,77 ºC) cuando estés lejos de casa. Utiliza un calentador portátil para calentar una habitación específica cuando llegues. Otra buena práctica es instalar un termostato programable para que puedas configurarlo para recordar los ajustes de temperatura para diferentes momentos del día, lo cual elimina la necesidad de subir y bajar la temperatura de forma manual.

Mientras estás durmiendo

Al dormir, las agencias de energía y las empresas de servicios públicos recomiendan mantener el ajuste del termostato a la misma temperatura que cuando estás ausente: 55 grados (12,77 ºC). Utiliza las mantas y los edredones para mantener el calor durante la noche. Te sorprenderás del poco tiempo que tardarás en adaptarte al uso de las mejores temperaturas.

Mientras estás de vacaciones

Si vas a estar fuera durante un período prolongado, encuentra un equilibrio entre apagar el sistema de calefacción (y correr el riesgo de sufrir de unas tuberías congeladas) y mantener la casa caliente cuando no hay nadie. En la mayoría de los casos, ajustar el termostato a 55 grados (12,77 ºC) funcionará bien. Deja las llaves con alguien de confianza para elevar la temperatura cuando las condiciones climatológicas aconsejen hacerlo para mantener tu sistema de calefacción central o el sistema de ventilación combinado de calefacción y aire acondicionado (HVAC, por sus siglas en inglés) funcionando correctamente. Hay también nuevos sistemas de seguridad con mandos a distancia que permiten ajustar el termostato a través del teléfono.

Hacer el ajuste

Siempre consulta con el médico de tu familia para asegurarte de que las temperaturas bajas no interferirán con la salud de cualquier persona que viva en tu casa. Si estás seguro de hacer el cambio a las temperaturas recomendadas, facilita tu camino hacia el cambio. Comienza bajando la temperatura del termostato cuando estés durmiendo y luego baja la temperatura cuando estés fuera y cuando estés en casa.

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