Germinación de la semilla de apio

Produce apio con tallos con hojas germinando las semillas apropiadamente.

Brand X Pictures/Brand X Pictures/Getty Images

El apio es un vegetal sabroso y bajo en calorías que se utiliza a menudo en sopas, guarniciones y bocadillos. Este vegetal verde produce largos tallos por manojos. Con raíces poco profundas, las plantas de apio son grandes compañeras de jardín para las plantas de raíces profundas como las zanahorias y las cebollas. El apio se cultiva a partir de una semilla, pero las semillas no germinan fácilmente y requieren de un esfuerzo adicional con el fin de producir un cultivo adecuado.

Remojo

El primer paso para la germinación de las semillas de apio es el remojo. Vacía el paquete de semillas de apio en un plato limpio y pequeño. Cúbrelas con agua tibia (no caliente ni fría). Asegúrate de que cada una de las semillas esté sumergida en el agua, empujándolas en el agua si es necesario. Coloca el recipiente en un lugar seguro y apartado. Deja las semillas en remojo durante 24 horas para prepararlas adecuadamente para la siembra.

Comienzo

Las semillas de apio deben ser iniciadas en pequeños recipientes en el interior y posteriormente trasplantadas al aire libre para una mejor oportunidad de germinación exitosa. Diez semanas antes de trasplantarlas, llena los contenedores con una mezcla de semilla de inicio. Añade abundante abono orgánico a la mezcla, como compost, una capa de estiércol y turba. Humedece la mezcla para que la consistencia sea blanda y húmeda, no mojada, empapada o embarrada. Esparce las semillas sobre la mezcla, luego cúbrelas ligeramente con más mezcla. Riega a fondo.

Luz y temperatura

Coloca los recipientes con el preparado de semillas en un área bien iluminada, como ventanales soleados o bajo una luz de crecimiento. La luz es esencial para la germinación de las semillas de apio ya que no se desarrollarán con éxito sin la luz adecuada. Si utilizas una luz de crecimiento, una luz de metal haluro es la más útil para la germinación de las semillas. Este tipo de luz produce una luz del espectro azul que favorece el crecimiento de las plantas verdes. Cualquiera que sea tu fuente de luz, asegúrate de que la temperatura de la tierra siga siendo de 70 grados Fahrenheit (21º C) constantes para una germinación con éxito.

Humedad

Riega las semillas diariamente para mantenerlas húmedas y favorecer su crecimiento activo. El apio es un alimentador pesado, lo que significa que requiere de una gran cantidad de agua y fertilizantes para mantener el ritmo de su rápida tasa de crecimiento. Las semillas de apio no son diferentes, requiriendo de riego diario para promover el crecimiento y ablandarlas para su germinación. La adición de turba al suelo no sólo proporciona fertilización, sino que ayuda a mantener la humedad del mismo.

Tiempo

Sé paciente con tus semillas de apio; necesitan tiempo para crecer. La semilla de apio promedio requiere entre siete y 14 días para lograr la germinación. Cuida y observa constantemente las semillas durante este tiempo, manteniéndolas en un ambiente caliente y húmedo. La combinación de la atención y el tiempo mejora tus posibilidades de éxito haciendo germinar las semillas de apio.

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