Tipos de alimentos que consumían los habitantes del Imperio Romano

Probablemente, el romano Julio César comenzaba su día comiendo pan y fruta.

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Aunque los antiguos romanos eran conocidos por su glotonería y platos elaborados, la mayoría de ellos, incluso los emperadores, comían platos sencillos elaborados con granos, lentejas y frijoles a lo largo del día. La cena era la oportunidad para que los romanos ricos presentaran a sus huéspedes los platos más exóticos que podían permitirse.

Alimentos de primera necesidad e ingredientes aromáticos

El trigo fue uno de los principales alimentos básicos de Roma. Se cocía en el pan y comía en una papilla llamada "puls". Era tan importante que cualquier interrupción en su suministro causaba disturbios. En el 30 a. C., Roma se anexó a Egipto y comenzó a importar tanto trigo desde ahí que el gobierno entregó pan gratis para los residentes de la ciudad capital. Otros alimentos importantes fueron el arroz, las zanahorias, lentejas, garbanzos, aceitunas y el aceite de oliva. Los romanos disfrutaban de los alimentos bien condimentados. Algunos de sus aromas favoritos incluían clavo, miel, pimienta negra, mostaza, cebolla, eneldo, hinojo, tomillo, menta, comino, jengibre y piñones. La principal fuente de sal en la dieta romana era el "garum", una salsa a base de pescado y sal.

Desayuno y almuerzo

Un desayuno romano, o "jentaculum", era poco más que un aperitivo y no todo el mundo lo comía. Cuando lo hacían, este por lo general incluía una tortilla de trigo o una rebanada de pan con unos dátiles y miel. El almuerzo, o "prandium", se servía alrededor de las 11:00 a.m. y consistía en pan, queso y posiblemente algo de carne. Los romanos comunes vivían en complejos de apartamentos y no se les permitía cocinar como medida de precaución contra incendios. Por ello, la mayoría compraba comida caliente para llevar de restaurantes llamados "thermopolia".

Aperitivos

Sus reuniones sociales, como los viajes a saunas o al hipódromo, no estaban completos sin un par de bocadillos. Los aperitivos romanos pudieron haber incluido salchichas, tortitas, huevos duros, mejillones maduros, peras cocidas y un tipo de queso dulce llamado libum. El consumo de alcohol en los saunas públicos era común, pero mal visto por los principales pensadores romanos como el filósofo Séneca, el naturalista Plinio el Viejo y el poeta Marcial. Uno de los tragos favoritos de los romanos era el mulsum, hecho de vino y miel.

Cena

La cena era la principal comida del día para los romanos. Se servía a las dos o tres de la tarde y se extendía por varias horas con amigos, familiares y socios de negocios. Aunque los libros de alimentos romanos a menudo criticaban los platos diseñados para ostentar en lugar de para disfrutar de su sabor, los romanos ricos disfrutaban de manjares exóticos y recetas elaboradas. Algunas de las recetas están en el libro de cocina del gastrónomo romano Apicius, quien utilizaba 10 o 15 hierbas y especias. Algunos de los platos más exóticos incluyen asado de lirón, aves canoras servidas con huevos de codorniz, espárragos y huevos de pavo real. Sin embargo, también disfrutaban de alimentos comunes como aceitunas, higos y uvas. Las cenas romanas siempre eran acompañadas por el vino y pan. Los habitantes del imperio bebían vino mezclado con agua; beberlo solo se consideraba poco sofisticado.

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