Cómo hacer flexiones sin lastimar tus muñecas

Escrito por D.M. Brown ; August 24, 2017
Jupiterimages/Comstock/Getty Images

Los entrenadores y médicos coinciden en que las flexiones hechas correctamente (con tu cuerpo en línea recta mientras se mueve hacia arriba y abajo) son ideales para fortalecer la parte superior del cuerpo. Pero al hacer flexiones con las manos apoyadas en el suelo podrías imponer una presión excesiva en tus muñecas, causando o agravando una dolorosa tensión. El dolor en la muñeca puede prevenirse o atenuarse.

Flexiones sin dolor

Lleva la tensión desde tus muñecas hacia tus dedos. Dobla las palmas de tu mano de manera que tus dedos estén curvos. Cuando presiones las manos contra el suelo, la presión sobre tus muñecas debería reducirse.

Alternativamente (y tal vez en una postura más fácil de mantener con comodidad), puedes hacer las flexiones con las manos hechas un puño, y tus muñecas no se doblarán en absoluto. Si el piso no está alfombrado, utiliza un colchón o un cojín para que tus nudillos no se presionen contra las baldosas o parqué. O bien utiliza barras de flexiones o mancuernas hexagonales para mantener las muñecas rectas.

Las muñequeras son usadas frecuentemente por quienes padecen el síndrome del túnel carpiano para mantener las muñecas rectas y reducir el dolor. A pesar de que tu aflicción puede no haber incurrido por usar el teclado de la computadora descuidadamente o practicar tenis, las muñequeras pueden limitar la tensión en las muñecas cuando realizas flexiones, levantas pesas y realizas otros ejercicios extenuantes.

Tómate un descanso de las flexiones hasta que hayas fortalecido tus muñecas y antebrazos, y el dolor se haya aliviado. La especialista en entrenamiento personal Betsey Stephens recomienda "sostener una mancuerna en cada mano con los codos doblados a los lados y las palmas hacia arriba, y luego doblar las muñecas de manera que los nudillos apunten hacia el techo". Deberías hacer tres series de 15 repeticiones cada una de este ejercicio. Usa pesos que sean lo suficientemente ligeros como para evitar un esfuerzo excesivo, pero aún lo suficientemente pesados como para fortalecer gradualmente los músculos.

Flexiona y rota suavemente tus muñecas para comprobar si el dolor se ha reducido lo suficiente como para permitirte hacer flexiones de nuevo. Vuelve a tu antiguo régimen lenta y cuidadosamente.

Evita exigirte a ti mismo a un extremo irrazonable. No importa qué tan fuerte seas como atleta, tu cuerpo necesita descansar y recuperarse entre sesiones de ejercicio. Muchas lesiones típicas pueden evitarse prestando atención a las señales fisiológicas. No ignores el dolor persistente en la muñeca para seguir haciendo flexiones, levantando pesas o haciendo cualquier otra rutina de ejercicios. Si eres incapaz de resolver el problema por tu cuenta, consulta a un médico.

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