Consentimiento de los padres

Puesto que los menores de edad no pueden hacer contratos que los obliguen legalmente, cualquier propietario que le rente a un menor de edad requerirá un aval adulto en el contrato de alquiler. Éste suele ser un padre o tutor del menor. El aval se hace responsable por el adeudo de los daños y perjuicios si el menor no paga la renta o causa daños a la propiedad. Los universitarios menores de edad que renten un apartamento fuera del campus pueden hacer que sus padres firmen el contrato de renta e incluso paguen su alquiler.

Menor emancipado

Un menor de edad puede ir a juicio y pedir que se le declare emancipado. Un menor emancipado es considerado legalmente un adulto y puede celebrar contratos como un adulto. En este caso, un propietario puede rentarle a un menor sin que uno de sus padres firme el contrato de alquiler.

Discriminación

La Ley de Vivienda Equitativa prohíbe a los propietarios discriminar a alguien debido a su por raza, color, religión, sexo u origen nacional. Enmiendas a la ley, agregadas en 1988, prohíben también la discriminación en base a la situación familiar o discapacidad. Esto significa que un propietario no puede negarse a rentarle a alguien con niños. La ley sí permite excepciones en las instalaciones para personas mayores para los residentes de 55 años de edad o mayores. La ley no cubre implícitamente la discriminación por edad. El dueño del apartamento podría negarse a alquilarle a alguien menor de 18 años, alegando que no tenían un historial de crédito establecido.

Otras consideraciones

Independientemente de su edad, todos los inquilinos deben demostrar que son capaces de pagar la renta requerida. Tu casero potencial puede pedirte ver tus talones de pago, preguntarte sobre tus circunstancias financieras o ejecutar una comprobación de crédito. Probablemente tendrás que pagar tu primer y último mes de renta, así como un depósito, al igual que cualquier otro inquilino debe hacerlo.

Opciones

Muchos caseros se sentirán renuentes a rentarle a un menor de edad, incluso un menor emancipado. Podrías haber tenido la suerte de alquilar un apartamento sobre una cochera o una habitación en la casa de un particular. Prepárate para proporcionar referencias de tu empleador, maestros y otros adultos responsables. Si están renuentes, ofréceles un arreglo temporal por un mes o dos. Paga tu renta a tiempo, y no hagas mucho escándalo o desorden, y la mayoría de los propietarios estarán felices de extenderte el contrato.