Cómo construían los nativos norteamericanos sus arcos y flechas

Los nativos de Estados Unidos usaban arcos y flechas para cazar y pelear.

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Las películas han proyectado frecuentemente imágenes de los guerreros nativos de Estados Unidos luchando incansablemente con arcos y flechas para proteger sus tierras de los soldados armados. Aunque estas imágenes exageran la vida de los mismos de muchas formas, una cosa es acertada: estos eran muy habilidosos haciendo uso del arco y la flecha.

Madera

La madera era una parte esencial de los arcos y las flechas que los nativos de Estados Unidos diseñaban. Seleccionaban la mejor madera disponible para fabricar el arco y la vara de las flechas. Usar una madera de alta calidad ayudaba a que las armas fueran más duraderas y al largo y resistencia del arco. Usaban cuchillos filosos para tallar sus arcos y las varas de sus flechas. Los árboles típicos usados para fabricarlos incluían el fresno, el roble, el tejo, la pacana, el olmo y el junípero.

Cuerda

Los arcos y las flechas de los nativos de Estados Unidos contenían variadas cantidades de cuerda. Esta permitía a los artesanos atar los objetos entre sí en el proceso de construcción. Muchas tribus usaban cuerdas hechas de tendones de alces o ciervos. Otras usaban como cuerda las raíces de la yuca.

Piedra

Los nativos de Estados Unidos fabricaban las puntas de sus flechas con abundantes recursos naturales, incluyendo piedra, hueso y cascarones. También las fabricaban con chatarras y vidrio en los siglos XVIII y XIX. Cada cabeza de flecha tenía hendiduras en la base de la punta, de modo que fuera más sencillo atarlas a la vara. No había una forma prototípica para las puntas de las flechas, que usualmente eran pequeñas y finas. Las puntas grandes servían como cuchillos o lanzas en conjunto con palos para arrojar.

Plumas

Muchas tribus agregaron plumas a sus flechas. Estas se colocaban en el extremo o culata de las flechas. Las plumas de pavos salvajes se usaban frecuentemente para las flechas de caza; las de aves de presa, incluyendo águilas y halcones, se usaban para las flechas de guerra. Las plumas se aferraban a los extremos de las flechas con tendones o brea hecha con sabia de árboles.

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