Step 1

Haz una inspección visual. Asegúrate de que el motor esté instalado de manera plana en relación al techo. Si ves un espacio entre la base y el techo, toma el ventilador e intenta moverlo. Si se agita, puede ser que los tornillos de montaje necesiten ser ajustados. Para verificarlo, ve al Paso dos.

Step 2

Retira todas las aspas. Pon el ventilador en funcionamiento sin ellas. Si aún vibra, apaga el ventilador, ve a la montura y ajusta todos los tornillos. Intenta de nuevo sin las aspas. Si la vibración se ha ido, vuelve a montar las aspas.

Step 3

Ten en cuenta que si el motor del ventilador no vibró sin las aspas, éstas pueden estar torcidas, tener pesos distintos, o estar desbalanceadas. Apila las aspas una encima de la otra para ver si sus formas concuerdan. Si una parece estar torcida, tendrás que reemplazarla. Asegúrate de tomar el modelo y número de serie exactos de la base del ventilador.

Step 4

Mide la protuberancia de cada aspa con una cinta métrica y asegúrate de que concuerden, dado que la mayoría de las aspas para ventilador están instaladas en una base que permite ajustar el largo de las mismas. Empuja o tira de cada aspa según sea necesario. Intenta de nuevo.

Step 5

Si el ventilador aún vibra, usa una regla en la punta externa del aspa para medir la distancia desde ésta al techo. Con muchos ventiladores, puedes doblar suavemente el soporte central metálico para las aspas, hasta que éstas se alineen en el mismo ángulo. Rota a mano con la corriente apagada a nivel de tus ojos para revisar esto.

Step 6

Sujeta una pinza para tender la ropa con resorte a una de las aspas y fíjate si detiene el temblor. Prueba la pinza en cada una de las diferentes aspas. Si ves que una lo disminuye, intenta fijar gradualmente las pesas para ventilador o simplemente pega con cinta de embalar un número cada vez mayor de monedas a la parte posterior de las aspas de tu ventilador para equiparar los pesos.