Sección 1

Step 1

Dale pecho con más frecuencia. Muchos niños mayores todavía pueden lactar. Hacerlo es una manera excelente de alimentarlo. La leche materna le da a los niños una nutrición alta en calorías diseñada especialmente para las necesidades de los niños. Si estás amamantando a un bebé que sigue con bajo peso, considera amamantarlo más seguido. Prueba hacerlo a cada hora durante el día. Sienta a tu bebé en tu regazo. Ofrécele un pecho por 10 minutos y el otro por otros 10 minutos.

Step 2

Introduce cereales. Estos son una fuente importante de nutrición para cualquier bebé. Muchos de ellos los encuentran fáciles de digerir. Experimenta con distintos tipos de cereales para ayudar a que el niño encuentre el que más le gusta. Prueba con cereal húmedo un día y arroz al día siguiente. Deja pasar suficiente tiempo entre las comidas nuevas para verificar dos veces que tu hijo no sea alérgico al tipo de cereal. Si piensas que el bebé está teniendo una reacción alérgica, consulta a tu pediatra.

Step 3

Ofrécele más leche al bebé. La Academia Americana de Pediatría recomienda alimentar a los bebés con leche entera luego de su primer cumpleaños. Este tipo de leche está cargada con las calorías suficientes, la grasa y el calcio para ayudar a desarrollar músculos y huesos fuertes. Ofrécele esta leche dos veces al día. Viértela en una taza entrenadora de la que él pueda tomar sin derramar. Dale la leche en pequeñas dosis. Prueba una onza un día y dos onzas el día siguiente.

Step 4

Dale raciones más pequeñas y más frecuentes. En lugar de alimentarlo tres veces por día, prueba cinco o seis por día. Dale el desayuno, almuerzo, cena y dos más en el medio cada día. Dale dos opciones de comida por vez. Deja que escoja cuál prefiere en cada comida. Por ejemplo, considera darle la opción del puré de papas o puré de zanahorias. Haz que el bebé se sienta como un niño o niña grande alimentándolo por lo menos con una de las mismas comidas que comen los adultos en la mesa.

Step 5

Habla con quienes lo cuidan. Si tu bebé está en una guardería, asegúrate de que quienes lo cuidan sepan de los problemas de peso del bebé. Ofrécele sugerencias específicas al personal sobre cómo alimentarlo. Si es posible visita la guardería para asegurarte de que el personal esté siguiendo tus instrucciones correctamente.