Los estudiantes que practican buenos modales demuestran que se preocupan por la gente que les rodea y que especialmente se preocupan por que les vaya bien en la escuela. Siempre es mejor tener buenos modales, no sólo para con el profesor, sino también para con otros estudiantes y cualquier persona que visite el aula.

Se cortés con tu profesor

El maestro está ahí para asegurarse de que todo el mundo tenga la oportunidad de aprender y participar en todas las actividades. Si todos se portaran mal al mismo tiempo, el aula se convertiría en un zoológico. Eso es por lo qué debes siempre ser cortés con el maestro y decir por favor y gracias siempre que puedas. No hables nunca mientras el profesor esté hablando. Si tienes algo que decir, lo correcto será que levantes la mano. Deberás estar listo con tu tarea cuando el profesor pase a revisarla, y también tener todo tu material listo al comenzar una nueva lección.

Ser cortés con los demás

Siempre debes tratar a otros estudiantes de la forma en que desees ser tratado. Eso significa que si el profesor le habla a otro estudiante, debes dejar que hablen. A nadie le gusta ser interrumpido, por lo que no es educado hablar cuando otros están hablando. Nunca robes del escritorio de alguien. No te burles de nadie, especialmente si da una respuesta equivocada.También, trata de serles siempre útil a los otros estudiantes cuando sea posible.

Se respetuoso de tu espacio

Que sea el escritorio de un estudiante, no significa que tenga que ser un desastre. Siempre guarda tu material cuidadosamente, especialmente cuando el profesor te lo diga. No dejes todo afuera, especialmente en el escritorio de otra persona. Si tienes silla, siempre asegúrate de empujarla debajo del escritorio antes de irte.

Se amable con los visitantes que vengan al aula

A veces el maestro traerá a alguien a hablar a la clase. Quienquiera que sea, si es un padre de familia, un policía o el director, siempre muéstrale respeto usando buenos modales. Escucha lo que tiene que decir y no lo interrumpas a menos que haga una pregunta. Antes de que se vaya, dale las gracias. Eso hará que esa persona se sienta especial y hará que quiera venir a hablar otra vez con tu grupo.