Cómo calcular activos ponderados según el riesgo

Desde la década de 1980, la comunidad internacional ha tomado medidas para garantizar que los bancos mantengan niveles adecuados de capital proporcionales con el riesgo de sus operaciones. Bajo los patrocinios de losBank for International Settlements, ha aflorado un marco regulador denominado "Basel II". Requiere el cálculo de activos ponderados según el riesgo para determinar cuánto capital puede tener cada institución financiera.

Selecciona tu enfoque de riesgo crediticio. Según Basel II, las instituciones financieras pueden elegir de entre tres enfoques: estandarizado, basado en valoraciones internas (IRB, por sus siglas en inglés) e IRB avanzado. El enfoque estandarizado determina el perfil de riesgo de una institución según una combinación de ponderaciones de riesgo predeterminado según los activos y de valoraciones externas. A menos que tu institución tenga instalado un sistema de administración de riesgo interno sofisticado, elige el enfoque estandarizado.

Identifica y categoriza todos los activos del balance. Consulta la categorización de activos de Basel II y las correspondientes ponderaciones de riesgo. Por ejemplo, los préstamos asegurados por propiedad residencial presentan una ponderación de riesgo del 35 por ciento en tanto la proporción de préstamo a valor sea menor al 80 por ciento. Las ponderaciones de riesgo predeterminadas deberían utilizarse para todos los activos excepto para los préstamos a soberanos, corporaciones y bancos, donde los prestamistas se basan en valoraciones crediticias externas.

Computa el capital basado según el riesgo. Identifica los activos de tu institución con las ponderaciones de riesgo adecuadas para determinar el capital basado en el riesgo que debes tener. Por ejemplo, si tu institución efectuó un préstamo de hipoteca de US$ 200.000 para un comprador de una vivienda unifamiliar de US$ 300.000, debes tener US$ 70.000 de capital, equivalente al 35 por ciento de US$ 200.000.

Estima el capital adicional por riesgo operacional. Además del riesgo crediticio, debes evaluar el riesgo de pérdida resultante de procesos, personas y sistemas internos fallidos o inadecuados, o de sucesos externos. Un ejemplo de riesgo no crediticio que debes considerar es el riesgo de tasa de interés. Si las tasas de interés aumentan, por ejemplo, tu institución probablemente tenga que asentar el valor de algunos de sus activos fijos.

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