Características anatómicas de los humanos modernos

Los seres humanos modernos surgieron hace unos 200.000 años.

Hemera Technologies/AbleStock.com/Getty Images

El Homo sapiens surgió hace aproximadamente 200.000 años. Son un linaje exitoso en una serie de ramas evolutivas con un antecesor homínido común. Ejemplos de otras ramas extintas son el Homo neanderthalis y el Homo erectus. Anatómicamente, los humanos modernos tienen características físicas distintivas que los diferencian de sus antepasados. Los Homo sapiens pueden subdividirse más en Homo sapiens moderno y Homo sapiens arcaico, informalmente conocido como Cro-Magnon.

Forma del cráneo

Una característica definitoria del homo sapiens es la forma del cráneo. A diferencia de otras ramas del género homo, el cráneo humano moderno carece de un arco superciliar, es redondeado y tiene pómulos más definidos, así como una frente más alta. El Homo sapiens moderno tienen una mayor capacidad craneal que sus antepasados. La mandíbula humana no retrocede en comparación con los primeros homínidos, como el homo heidelbergensis. Los dientes de los humanos modernos son más pequeños y menos robustos.

Forma del cuerpo

La musculatura humana moderna no es tan pesada como la de los ancestros del Homo sapiens. La estructura del esqueleto humano moderno es por lo tanto no tan corpulenta, ya que tiene menos peso muscular. La forma del cuerpo del Homo sapiens es muy diferente de los homínidos arcaicos en las proporciones de sus extremidades, los seres humanos tienen brazos cortos, piernas largas y una columna vertebral recta. Estas características anatómicas son las que dan al Homo sapiens su forma humana y contrastan marcadamente con los primeros homínidos que lucían más simiescos debido a estructuras más corpulentas, brazos más largos y piernas más cortas.

Caminar y correr

La capacidad de los homínidos de caminar es posible debido a ciertos rasgos evolucionados, tales como la capacidad para enderezar una pierna (debido a las articulaciones de rodilla extendidas) y un pie plano. Aunque los primeros homínidos eran bípedos, correr es exclusivo del Homo sapiens. Investigadores de las universidades de Utah y la Universidad de Harvard han teorizado que los humanos evolucionaron la capacidad de correr debido a las condiciones ambientales. Correr se hace posible sólo por ciertas características anatómicas, tales como la capacidad para rotar el cuello y las caderas. Las piernas largas y los talones grandes hacen que correr sea más eficiente; mientras que brazos más cortos ayudan a equilibrar el cuerpo humano en movimiento.

Continuando la evolución

Los ambientes en los que viven los humanos modernos ejercen un efecto sobre su fisiología. Mejores tratamientos médicos y mejores condiciones higiénicas de vida significan que el Homo sapiens tiene una vida útil más larga en comparación con sus ancestros de hace cientos de años. Los procedimientos médicos, tales como las vacunas, han disminuido las tasas de mortalidad y permiten una respuesta más eficaz a los patógenos. La proliferación de entornos urbanos ha alterado físicamente a grandes segmentos de la población humana, reduciendo la necesidad de volumen muscular y en su lugar un incremento de grasa en el cuerpo.

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