Trips

Los trips (Anaphothrips obscurus) son insectos diminutos que se alimentan de los capullos y flores de la rosa. El daño se percibe cuando los capullos comienzan a abrirse. Los pétalos de la rosa pueden estar marrones o manchados y, en invasiones severas, los capullos pueden estar completamente destruidos. Si sospechas que hay trips, quita los capullos de la planta y saca ésta del jardín para prevenir más invasión.

Clima frío

La mayoría de los rosales están inactivos durante el invierno hasta que llegan las temperaturas cálidas de la primavera. No obstante, en climas más cálidos, algunas variedades de rosas pueden comenzar a florecer antes del la última helada, luego de varios días cálidos seguidos. Si están expuestos a temperaturas heladas, los capullos de rosa pueden dañarse y ponerse marrones. Así mismo, si las temperaturas muy frías llegan en el otoño cuando el rosal está aún floreciendo, los capullos pueden dañarse y ponerse marrones.

Daño por el sol

Las rosas se desarrollan mejor en lugares a pleno sol que reciben al menos seis horas de luz solar por día. No obstante, el suelo debe ser rico en materia orgánica, como compost, húmedo y bien drenado. Cuando no hay suficiente humedad para mantener el rosal saludable e hidratado, los tallos, flores y capullos se marchitan. Sin la humedad suficiente, toda la planta comienza a ponerse marrón, incluyendo los capullos, que no abren.

Botritis

La botritis, o moho gris, se desarrolla en rosales ubicados en zonas frías con mucha humedad y poca circulación de aire. Los capullos tienen un moho y pueden estar deformados, amarillentos o marrones. Por lo general no abren y pueden parecer pegados. La botritis aparece a menudo en primavera. Contrólala con un fungicida recomendado para tratar la botritis en las rosas. Extrae los capullos y las partes infectadas de los rosales.