Step 1

Elige las cebollas. Las cebollas perlas son una opción popular. Las cebollas bebés no tienen más de 3/4 de pulgada (1,75 cm) de diámetro. Puedes utilizar pequeñas cebollas amarillas, pero éstas tienen que ser peladas. Las Vidalia, Walla Walla y las cebollas rojas son otras opciones disponibles.

Step 2

Selecciona el frasco de conservas. Los tarros de masón con bocas anchas y anillos funcionan bien. También puedes utilizar frascos vacíos de escabeche.

Step 3

Haz una solución básica de escabeche que tenga vinagre blanco o vinagre de malta y sal en una proporción de 5 a 1. A partir de esta receta básica, se pueden añadir otros ingredientes, como azúcar, especias decapadas, eneldo, cilantro, semillas de mostaza, pimienta, clavo, ajo, pimienta roja, hojas de laurel, jalapeños, chiles, zanahorias, pimientos dulces o pimienta de Jamaica.

Step 4

Lleva los ingredientes a hervir en una olla de acero inoxidable. Evita el uso de ollas de aluminio, ya que pueden convertir las cebollas en puré.

Step 5

Pela las cebollas y corta ambos extremos. Corta las cebollas en cuartos o en anillos. Cuando cortas las cebollas en anillos puedes usar una mandolina, que es muy útil para cortar grandes lotes. Las cebollas perla y las pequeñas se pueden dejar enteras.

Step 6

Coloca las cebollas en el agua hirviendo y deja hervir por un minuto o dos para que se ablanden.

Step 7

Retira la olla del fuego y enfría las cebollas en escabeche. Llena los frascos para conservas y sella herméticamente. Guarda las cebollas en la nevera y úsalas dentro de dos semanas. Las cebollas se pueden conservar en frascos de conservas durante largos períodos sin refrigeración si se envasan y se hierven en un baño de agua. Para obtener más información al respecto, lee el libro Ball Blue Book of Canning.