Remedios caseros para tratar el ojo de cereza en perros

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El ojo de cereza es una condición no dolorosa pero sí que desfigura, en la cual se ha producido un prolapso en el tercer párpado que contiene una glándula lacrimal, lo que da lugar a la aparición de una protuberancia roja en la esquina del ojo. Para la mayoría de los perros, este problema es solo antiestético y no un peligro para sus vidas. Sin embargo, a muchos dueños no les gusta cómo afecta a la apariencia de sus perros y prefieren corregirlo. Por suerte, hay algunos remedios caseros que ofrecen cierto éxito a la hora de hacerlo.

¿Qué es el ojo de cereza canino?

En términos veterinarios, el ojo de cereza es conocido como "prolapso de la glándula nictitante". En términos corrientes, esta condición implica que el tercer párpado del perro, localizado en la esquina de su ojo, se ha caído hacia afuera de la posición protegida en la que normalmente se encuentra. Al caerse, el delicado tercer párpado queda expuesto, así como la glándula lacrimal que contiene, a elementos del medio ambiente. Esto hace que se hinche y se ponga roja, de manera que se parece a una cereza. Los veterinarios no están completamente seguros de qué causa esta condición, pero los expertos en cuidado de perros sospechan que la culpa es de un tejido debilitado que conecta la glándula y otras partes del ojo. Sea cual sea la causa de este problema, su resultado es una glándula lacrimal en donde la sangre no circula de forma apropiada y no puede desempeñar su función de producir lágrimas.

Las razas más susceptibles

Aunque cualquier perro de cualquier raza puede desarrollar el ojo de cereza, en la mayoría de los perros aparece cuando son jóvenes. Por otro lado, hay razas en que la aparición de esta condición es más común. Por ejemplo, el beagle, el sabueso, el Boston terrier, el bulldog, el bull terrier, el cocker spaniel, el Lhasa apso, el caniche, el San Bernardo, el Shar-Pei y el Shih Tzu son todas razas en las que su presencia es más alta. También es común que este problema aparezca en los dos ojos de los perros.

Cómo tratar el ojo de cereza en perros

El tratamiento casero del ojo de cereza es un método poco costoso, pero no siempre confiable para solucionar el problema. Las opciones quirúrgicas para tratarlo pueden elevarse hasta US$1.000 dependiendo de la zona de Estados Unidos en que vivas. El masaje canino puede funcionar para corregir esta afección. Los dueños de perros que han informado tener éxito para tratarla usando masajes y unguentos antibióticos también señalan que iniciaron con estos procedimientos tan pronto como detectaron el problema. Mientras más tiempo lo tenga el perro, es menos probable que la glándula vuelva a su lugar sin una intervención quirúrgica.

El método del masaje implica cerrar suavemente el párpado exterior del perro y luego presionar cuidadosamente, sin usar mucha presión, en el área de la esquina del ojo donde está localizada la protuberancia. La idea es presionarla con suavidad hacia la nariz del animal, como un intento de colocar la glándula de nuevo en su lugar. Algunos dueños de perros informaron que tuvieron éxito luego de tres a cuatro sesiones de masajes; otros indicaron que les tomó más de una semana de masajes. Muchos usaron compresas tibias para facilitar el proceso. Con frecuencia, esta solución de masaje es solo temporaria y la glándula vuelve a salir hacia afuera. No obstante, algunas personas comentaron que tuvieron éxito después de varios intentos. Por otro lado, es necesario expresar un aviso de precaución: el área que será masajeada es muy delicada y un mal manejo puede resultar en daños al globo ocular.

Opciones quirúrgicas

Desafortunadamente, corregir el ojo de cereza, con frecuencia, requiere una intervención quirúrgica. Hay algunas opciones diferentes a considerar. Hasta ahora, los veterinarios oftalmólogos extraen, como tratamiento de rutina, la glándula lacrimal herida. Como esta glándula produce aproximadamente el 30% del total de las lágrimas del ojo de un perro, esta extracción podría derivar en la sequedad del ojo, lo que requiere la aplicación diaria de gotas para combatir sus malos efectos en el animal. La otra opción quirúrgica implica la reposición de la glándula. Ésta no siempre es exitosa y algunos dueños de perros informaron que han tenido que someter a sus mascotas a reiteradas cirugías para lograr la meta de poner la glándula de vuelta en su lugar.

Después de la cirugía del ojo de cereza

Si se ha requerido la realización de una cirugía, el problema postoperatorio más importante es evitar que la mascota se rasque el ojo. Esto tiene que ver con que el proceso de curación implica comezón e hinchazón. La mayoría de los veterinarios te proveerán un collar en forma de cono que será puesto alrededor del cuello y rostro del perro, que quedará como un cilindro. Este utensilio evitará que el animal se rasque su cara, pero también puede dificultar que coma y beba. Los cuidadores deben controlarlo mientras come y bebe, y reemplazar el collar inmediatamente cuando termina de hacerlo. La curación puede tomar hasta dos semanas y es importante que mantengas la actividad de tu mascota al mínimo.

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