¿Cómo influye la geografía en la forma de vivir de la gente?

Los hawaianos comparten una íntima relación con su tierra.

Polihale beach, Kauai Hawaii image by Joshua Michaud from Fotolia.com

Para comprender plenamente la naturaleza de una tierra, debes estudiar su influencia en las personas que la habitan. Del mismo modo, una persona no puede ser entendida sin tener en cuenta la tierra donde su vida transcurre. A nivel físico, las poblaciones desarrollan ciertas características para adaptarse a su entorno. Por ejemplo, el promedio de la estatura de las personas que viven a nivel del mar es más bajo que el de aquellas que viven en las montañas y los que residen en climas fríos tienden a ser de piel más claras que sus homólogos tropicales. El vocabulario también es diferente. Alguien que viva en una región verde es posible que disponga de muchas palabras para designar tonalidades sutiles del color verde, de la misma forma que el lenguaje de una nación marítima puede incluir un número inusualmente alto de términos náuticos.

Geografía física

Las condiciones geográficas, es decir, si la tierra se encuentra en la costa, en las montañas, entre las praderas o en el bosque, influyen en el desarrollo social y económico de un pueblo. La primera preocupación de una población es la búsqueda de una fuente de alimentación. ¿Pueden asegurarse los alimentos pescando, cazando, recolectando plantas autóctonas o dedicándose a la agricultura? ¿O hay minerales, madera o piedras preciosas que puedan canjear luego por comida? Debido a su aislamiento, las poblaciones de las islas pequeñas probablemente se verán privadas de ejercer un gran impacto en la historia. Las tierras que están aisladas del resto del mundo por montañas o mares suelen tener una población homogénea, mientras que en aquellas que comparten grandes masas de tierra es más probable que se adopten algunas características de las culturas vecinas; así se afirma en el libro "Influencias del medio geográfico" ("Influences of Geographic Environment"), publicado en 1911 por Ellen C. Semple y cuyo texto fue adaptado por un grupo de la Universidad de Colorado en 1997.

Efectos del clima

En general, el hábitat donde se ha criado una persona tiende a acompañarla durante toda su vida, porque dicta el tipo de clima que dicha persona puede soportar. Cuando los primeros europeos llegaron a las tierras bajas de la India tropical, el clima debilitante los despojó de las cualidades que les habían otorgado la supremacía, dice el libro de Semple. Los que tienen que superar los rigores del clima en su vida cotidiana adquieren una tenacidad y una fortaleza de carácter que no se requieren en tierras menos exigentes.

Evolución de nómadas a pobladores

La tribu nómada comanche del norte de Texas consideraba su tierra y la caza que había en ella como algo que pertenecía a la comunidad. Esta actitud era típica de los primeros nómadas, pero la relación con la tierra cambió cuando las sociedades evolucionaron. Una vez que se establecieron en asentamientos permanentes, la propiedad privada se convirtió en la norma y se puso gran énfasis en la acumulación en todas sus formas, tal como afirma Semple en su libro. Las guerras se convirtieron en un medio habitual para adquirir o retener un territorio. En un primer momento, la tierra era colonizada con fines agrícolas. Más tarde vendrían la industrialización y el comercio.

Desarrollo de las ciudades

Con la llegada de la Revolución Industrial, se crearon ciudades para que los trabajadores de las fábricas pudieran vivir cerca de sus nuevos puestos de trabajo. Para emplazarlas, se elegían los lugares que presentaran más ventajas geográficas que desventajas. Según un artículo de la Universidad Johns Hopkins, los puntos donde convergían las montañas o donde la tierra y el mar se encontraban eran atractivos, ya que ofrecían los beneficios de ambos medios. Si era posible, también se buscaba que fuera factible el transporte tanto por tierra como por vías fluviales. Las personas que consideraban la posibilidad de establecerse cerca del agua tenían que sopesar los riesgos de sufrir tormentas que pudieran causar inundaciones. En definitiva, la gente solía elegir vivir o no vivir en un lugar determinado tomando en consideración su clima.

Conservación

Pocas culturas se sienten más responsables de su tierra y de sus recursos que los hawaianos, de acuerdo con la rama hawaiana de la organización The Nature Conservancy. Este estado único, habitado por una diversidad de razas, compuesto por formas geográficas diversas y alejado del resto del país al que pertenece, guarda una estrecha relación con su entorno natural. Las letras de muchas de sus canciones y cantos reflejan este respeto. Los hawaianos anteponen las necesidades de su tierra a cualquier otra cosa, siendo plenamente conscientes de que cuando se respetan esas necesidades la tierra es capaz de mantener a la gente que la habita.

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