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Precalienta el horno como se indica en las instrucciones de la receta de la torta que estás cocinando.

Coloca el molde para hornear que contiene la masa del pastel mezclada en la rejilla central del horno eléctrico (a menos que se especifique lo contrario en la receta), de manera que la torta se hornee de forma pareja.

Programa un cronómetro una vez que colocas el pastel en el horno, y siempre inicialmente en la opción de menor tiempo. Por ejemplo, si la receta establece hornear de 20 a 25 minutos, ajusta el temporizador en 20 minutos hasta que estés más acostumbrado al funcionamiento del horno. Es mucho más fácil remediar un pastel que haya quedado crudo que uno que se haya cocinado en exceso.

Deja la puerta del horno ligeramente abierta unos centímetros a las tres cuartas partes del proceso de cocción con el fin de determinar si el pastel se cocina muy rápido, o enciende la luz interior del horno para ver el progreso de la torta (si tu aparato tiene esta característica). Si el pastel se ve demasiado marrón (más que dorado) o más marrón en los bordes, baja la temperatura de cocción 25 grados. Ten en cuenta que este paso sólo es necesario si te estás acostumbrando recientemente al tiempo de cocción de tu horno eléctrico. A menos que la receta indique abrir el horno y verificar el pastel antes de que se haya hecho, lo mejor es dejar la puerta cerrada durante todo el proceso de cocción.

Retira la torta cuando suene la alarma e inserta un mondadientes en el medio de la misma para determinar si el pastel está completamente cocinado. Si el mondadientes sale limpio, la torta está hecha; si no, vuelve a colocarla en el horno.