Step 1

Elige un esquema de colores (prueba el gris y el blanco con líneas gris oscuro y negras; el rosa con color durazno y terracota; o cáscara de huevo con amarillo verdoso y verde).

Step 2

Cubre la columna con pintura alquídica (a base de aceite) color blanco o cáscara de huevo y deja secar.

Step 3

Cubre dos o tres veces más con glaseados de densidad variable, secando de forma irregular y dejando secar entre cada capa. (El glaseado es simplemente pintura diluida con disolvente; para un mármol de aspecto cáscara de huevo, puede que desees un amarillo pálido, un cáscara de huevo más grisáceo, y un glaseado blanco).

Step 4

Glasea de nuevo cuando estés listo para pintar mármol de verdad; esta vez seca, de modo que la superficie esté empapada, pero no chorreando.

Step 5

Elige un color y un punto de partida y pinta una línea muy fina, continua y a la vez ondulante ( digamos, de una esquina al pie de la columna en diagonal hacia arriba y alrededor de la columna, hasta el tope y bajando por el otro lado). Continúa con el mismo color hasta obtener una red irregular y reticular.

Step 6

Utiliza un palillo para dientes envuelto en algodón o un hisopo de algodón para limpiar el excedente, y un pincel en abanico para empujar la pintura sobre la superficie glaseada.

Step 7

Repite el proceso con un segundo color.

Step 8

Juega con las capas. Vuelve a glasear algunas partes. Cristaliza un glaseado más denso en forma de plumas en las grietas de la columna; resalta algunas líneas con un color pálido o blanco sombreado.

Step 9

Deja secar completamente y cubre con un barniz satinado (mate) de poliuretano.