Cómo decirle a tu mamá de buena manera que retroceda

Tu madre podría no saber que su conducta es molesta menos que le digas algo.

Soul/Lifesize/Getty Images

El trabajo de una madre es cuidar de sus hijos. No importa los años que tengas, tu madre es probable que te ofrezca consejos no solicitados, quiera saber todos los detalles sobre tus hijos y tal vez tenga la necesidad de limpiar tus armarios cada vez que te visita. No es raro que una madre siempre quiera lo mejor para su hijo, pero a veces este tipo de amor maternal puede traducirse en comportamientos de control o molestos. Si no se lo dices a tu mamá de buena manera que retroceda podría nunca saber cómo te sientes.

Comprende bien y claramente por qué el control de tu madre o el hecho de que esté dando vueltas te molesta. Tal vez sientes como si el comportamiento o las palabras de tu madre hacen parecer que no confía en ti o te reprocha cosas. Tal vez quieres tratar de hacer las cosas a tu manera. O quizás el comportamiento de tu madre simplemente la hace parecer una mandona sabelotodo. Antes de decirle que retroceda, debes saber por qué su comportamiento te molesta y cómo te sientes para que puedas tener una conversación civilizada.

Trata de comprender objetivamente su comportamiento. Ten en cuenta que tu madre podría actuar como lo hace porque así es como su familia la crió o porque cree que sus acciones asegurarán tu éxito. Por ejemplo, si tu madre critica tu cocina o que no cocinas, esto podría ser debido a que sus padres le enseñaron que la mejor manera de mostrarles a los visitantes respeto o afecto es con las comidas de cinco estrellas. Cuando tratas de entender el comportamiento de tu madre, no pongas excusas por ella. En su lugar, debes tratar de empatizar con su situación, crianza y/o miedos.

Cuéntale a tu mamá acerca de tus sentimientos cuando ella hace o dice algo que parece controlador o crítico. Usa el momento como un ejemplo para que tu mamá comprenda mejor qué comportamiento te molesta. Por ejemplo, si ella hace una declaración que comienza con: "Sabes, realmente deberías...", utiliza esto como una oportunidad para contarle tus sentimientos con respecto a este tipo de frase. Hazle saber que el hecho de que ella siempre esté señalando lo que deberías hacer realmente te molesta.

Explica tus emociones con claridad. En lugar de enojarte y hacer una declaración inútil como, "¿Por qué siempre haces eso?", dile cómo te sientes y por qué. Por ejemplo, podrías decir: "Mamá, me siento asfixiada porque vienes a mi casa todos los días sin preguntar y luego me dices cómo debo hacer las cosas".

Esboza límites claros para que la discusión llegue a una resolución. Los límites que establezcas ayudarán a que tu madre tenga una mejor idea de cuándo es apropiado que ofrezca sugerencias o consejos, o se haga cargo de un proyecto. Por ejemplo, puedes decirle que deseas intentar preparar recetas nuevas por tu cuenta, pero la llamarás si necesitas ayuda.

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