Cómo introducir a los preadolescentes a las misiones

El servicio comunitario es un buen lugar para empezar el trabajo misionero.

Jupiterimages/Creatas/Getty Images

El trabajo misionero da oportunidad a los preadolescentes para conocer y aprender acerca de diferentes personas y ayudar a las personas a satisfacer sus necesidades. A través de las misiones, los preadolescentes aprenden el valor de sacrificar su tiempo y las posesiones materiales para ver cómo otras personas tienen los suministros de vida más básicos. Tu preadolescente también desarrollará una profunda compasión por los menos afortunados y, con suerte, esta mentalidad de misiones se quedará con él hasta la edad adulta.

Enséñale a tu preadolescente acerca de las misiones. Muéstrale un sitio web que destaque el trabajo que los misioneros realizan alrededor del mundo. Al ver las imágenes de las personas necesitadas y las diferencias que hacen las misiones en sus vidas, es probable que esto cree una fuerte impresión en tu preadolescente.

Invita a misioneros a tu casa, permite que hablen con tu preadolescente. Aliéntalo a que les haga preguntas para aprender y entender más acerca de sus misiones.

Ayuda a tu preadolescente a elegir proyectos de misiones que le sean interesantes. Si vives en una comunidad grande, probablemente haya muchas maneras en las que puedas ayudar a involucrar a tu hijo en misiones. Por ejemplo, puede ser voluntario en una despensa de alimentos para distribuir comidas u organizar las contribuciones que las personas dan cada mes. Incluso en un pueblo pequeño, hay oportunidades, ya que tu preadolescente puede realizar misiones en un nivel más personal. Puede cortar el césped para las personas mayores o con discapacidad durante el verano, o leer cuentos a los niños en la biblioteca local.

Sugiérele a tu hijo donar a una misión en curso. Compassion International es una organización que trabaja con patrocinadores individales y basados en la iglesia para los niños en situaciones de pobreza con necesidades físicas, médicas y educativas. Tu hijo puede hacer aportaciones financieras y comunicarse con el niño que patrocina. Esto le ayudará a ver directamente cómo esta contribución hace una diferencia en la vida de alguien.

Envía a tu hijo preadolescente en un viaje de misiones juvenil, patrocinado por un grupo de la iglesia, ya que estos viajes presentan grandes oportunidades para que conozcan a otros niños similares a ellos, viajen a nuevos lugares y ayuden a otros. Anima a tu hijo a participar en trabajo misionario local, como proyectos de construcción o clubs de biblia, a través de un grupo misionario juvenil.

Ve a un viaje de misiones familiar. Puede que quieras visitar un área afectada por un desastre natural y ofrecer tu servicio como familia para ayudar a otras familias que lo necesiten.

Anima a tu hijo preadolescente a mantenerse involucrado en las misiones. Si la emoción inicial pasa, enfatiza de nuevo la importancia de ayudar a otras personas, y el compromiso que tu hijo ya hizo con el trabajo misionario. Por supuesto, no quieres que continúe solamente por una sensación de culpa, pero no hay nada malo con que tu hijo aprenda a desarrollar una mentalidad de misiones a una edad temprana.

eHow en espanol
×