Cómo jugar al doctor

Juega al doctor con tus hijos.

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A los niños les encanta jugar al doctor y seguro puede ser un juego muy divertido. En lugar de estar de pie y mirando el juego de tu hijo, ¿por qué no unirte a la diversión? Puedes no recordar cómo fingir, pero todo volverá a ti muy pronto. Jugar al doctor puede ser una experiencia de aprendizaje gratificante para ti y tu hijo. No sólo conseguirás un poco de tiempo de calidad con tus hijos, sino que también puedes enseñarles un poco. Si necesitas un poco de ayuda para recordar cómo fingir, estos consejos te mostrarán qué hacer para jugar al doctor.

Recoge todos los suministros para jugar al doctor. Si no tienes ninguno, improvisa. Utiliza auriculares como un estetoscopio, toma un termómetro real y utiliza una cuchara como martillo. También se puede utilizar un sofá como la camilla del consultorio.

Configura el consultorio falso de médico. Es una idea divertida tener un área de recepción. Una mesa pequeña con sillas para la sala de espera es muy divertido. De hecho, si tienes más de un niño, los otros pueden trabajar en la recepción mientras el médico observa a los pacientes.

Invita a tu hijo a que sea tu primer paciente. Agita la mano y preséntate. Usa cada uno de tus instrumentos médicos imaginarios y dile para qué se utilizan y qué vas a hacer con ellos.

Enséñale a decir dónde le duele y haz que se acueste en la mesa. Este paso es una buena manera de fomentar el uso de la imaginación. Cuanto más loca sea la enfermedad o la lesión, mejor.

Cambien los papeles. Deja que tu hijo tome el papel de médico después de haber tenido tu oportunidad. Es bueno comenzar como el médico para mostrarle a tu hijo cómo jugar y lo que un médico hace. Sé un buen paciente e inventa múltiples heridas para que tu hijo te cure.

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