Seguridad en la cuna

Siempre coloca a tu bebé en la cuna boca arriba. Un programa para que vuelvan a dormir fue instituido con éxito por proveedores de atención infantil, hospitales y padres, y ha ayudado a prevenir muertes por SIDS (Síndrome de Muerte Súbita del Lactante). Asegúrate de tener un colchón firme. Un colchón suave podría causar la asfixia del bebé, al permitir que la boca y la nariz se hundan en el colchón en caso de darse vuelta, donde puede respirar altas cantidades de dióxido de carbono. No pongas nada en la cuna que pueda lastimar al bebé. Ten cuidado de no colocar nada en la cuna que pueda asfixiarlo o que pueda ser utilizado por el niño para ayudarse a pararse y salir de la cuna. No utilices un colchón demasiado pequeño. No debes ser capaz de colocar dos dedos entre el colchón y el lado de la cuna o el bebé podría resultar lastimado. Al usar protectores para la cuna, asegúrate de que los lazos no queden demasiado largos para evitar la estrangulación. Retira las almohadillas protectoras, tan pronto como el bebé pueda pararse. Asegúrate de que las sábanas del colchón encajen completamente en el colchón. Es importante que las sábanas no se rompan o desprendan para evitar que el bebé quede atrapado debajo de ellas. Mantén la cuna segura lejos de los enchufes eléctricos. Inspecciónala con frecuencia para asegurarte de que está en buen estado de funcionamiento. Revisa los barrotes de la cuna a menudo para asegurarte de que la cuna sea segura. Busca en el sitio web del fabricante, y echa un vistazo a la tienda donde compraste la cuna en busca de avisos de retirada.

Cuándo hacer un cambio

La primera vez que pongas a tu bebé en la cuna nueva, es probable que desees poner el colchón en la posición más alta, para no tener que estirarte tanto cuando llegue el momento de acostar al bebé o levantarlo. Debido a las regulaciones de seguridad realizadas en 1973, las cunas son mucho más seguras que lo que una vez fueron. El ajuste más alto debe ser seguro para todos los bebés recién nacidos. La única cosa que puedes querer considerar es qué o quién puede llegar a la cuna. Puede que no quieras el colchón tan alto como para que otro niño pueda sacar al bebé de manera insegura. Cuando el bebé pueda sentarse por sí sólo, debes bajar el colchón lo suficiente para que no pueda caerse. Cuando el bebé pueda ponerse de pie, debes bajar el colchón a su posición más baja. Cuando el niño tenga cerca de 32 a 35 pulgadas de altura (81,28 a 88,9 cm respectivamente) o dos años de edad, debe ser trasladado a una cama. En este punto, la cuna puede ser demasiado peligrosa porque podría treparse y caer. Sin embargo, hay niños, que antes de alcanzar los 2 años de edad o 32 pulgadas, son demasiado grandes o demasiado activos, y debes trasladarlos antes a una cama.