Cómo negociar un contrato de queaceres con un niño

Dale a tu hijo una lista de tareas que sea capaz de completar.

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Si estás buscando una forma de enseñarle responsabilidad a tu hijo, considera la posibilidad de darle una lista de tareas del hogar. Por supuesto, darle simplemente un número de tareas a completar puede desencadenar resentimiento o incluso un altercado verbal. En lugar de ello, planifica negociar una tabla de tareas domésticas con tu hijo. Dejar que él tenga alguna intervención en la situación le va a mostrar tu cuidado por su opinión, aumentando las posibilidades de que siga el contrato.

Establece un día y horario que funcione tanto para ti como para tu hijo para negociar el contrato de los quehaceres. El horario deberá ser cuando ambas partes estén levantadas y despiertas. No querrás iniciar una discusión sobre quehaceres después del juego de baloncesto de la noche. En lugar de ello, busca un momento entre la escuela y la cena, o después de un abundante desayuno un sábado.

Presenta una lista de quehaceres en tu reunión. Anota tu nombre o el nombre de tu esposa al lado de los quehaceres que son claramente responsabilidad de un adulto. Dejar que tu hijo vea tu nombre al lado de algunas tareas le da un sentido de que todos están haciendo una parte.

Asígnale a tu hijo tareas que sean sólo de su responsabilidad. Déjale claro a tu hijo de que cada persona en la casa está a cargo de mantener su habitación limpia y ordenada, por lo que él deberá asumir la tarea de limpia su habitación una vez por semana.

Deja que tu hijo elija alguna de las otras tareas de la lista, especialmente si tienes más de un niño en la casa. Un niño puede preferir pasar la aspiradora mientras que otros disfrutan hacer la cena. Basa la cantidad y el tipo de quehaceres en la edad. Un niño pequeño sólo podrá juntar los juguetes de la sala de juegos, pero un niño que va a la escuela primaria puede limpiar la mesa de la cena y barrer las migas. Los adolescentes pueden asumir más quehaceres como cortar el pasto y sacar la basura.

Conversa y haz un acuerdo sobre una lista de consecuencias y recompensas. El contrato deberá decir qué sucederá si un niño no sigue la tabla de quehaceres, así como también qué gratificaciones vendrán con una semana de cumplir el contrato (quizás una asignación en dinero).

Anota todo lo que hayas decidido en la reunión. Exige que cada miembro de la familia firme y coloque la fecha en el contrato. Fotocópialo para que cada persona tenga su propia copia. De este modo, no hay confusión luego sobre quién es responsable de qué.

Establece una fecha para revisar el contrato y haz los cambios necesarios. Los niños pueden querer tareas de intercambio después de un tiempo, y tus hijos pequeños que hayan crecido querrán graduarse en quehaceres más apropiados para su edad.

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