Aunque la mayoría de la gente asocia el abuso con niños o la escuela o en el salón de clases, el abuso puede ser parte de una relación adulta también. El abuso puede ocurrir en el matrimonio cuando un cónyuge busca denigrar, controlar o intimidar al otro. Un esposo abusador puede hacer que sea muy difícil mantener una relación amorosa y puede causar estrés emocional severo. Después de un tiempo, el nerviosismo puede ser el resultado de una víctima del abuso.

Mantén un recuento de las acciones abusadoras de tu esposo por un mes. Anota las fechas, horas y situaciones en las que el abuso se ha llevado a cabo. Un escrito detallado puede ser una herramienta útil cuando hables con tu esposo, que puede negar sus acciones.

Pregúntale a familiares y amigos que describan sus puntos de vista de tu relación y las acciones de tu marido. Obtener información de gente cercana a ti puede validar tus sentimientos y te ayudará a recordar que no estás solamente imaginando las acciones de tu esposo.

Revisa la historia de tu esposo o si no sabes mucho acerca de su niñez, pregúntale. Esto puede destapar razones por las cuales tu esposo demuestra acciones abusadoras, como abuso en la niñez, abandono o ser testigo de abuso en la vida de sus padres. Aunque esto no justifica el comportamiento abusivo, puede ayudarles a ambos a entender por qué sucede, lo que puede proporcionar la información necesaria para que tu esposo cambie su comportamiento.

Habla con tu esposo acerca de su comportamiento e insiste en que pare de abusar contigo. Dile qué consecuencias enfrentará si su comportamiento no cambia. En muchos casos, estas consecuencias incluyen la separación o el divorcio.

Escribe una línea de tiempo para que cambie, incluyendo fechas límite definitivas para que mejore su comportamiento. Dile a tu esposo que las fechas límite no son negociables y que le estás dando la oportunidad de que te trate con más respeto.

Vete de tu casa o impón alguna de las consecuencias mencionadas si tu esposo no para el abuso. No llevar a cabo las acciones que prometiste le puede dar la impresión a tu esposo de que tus demandas para cambiar no son serias.