La clave para lucir tan impecable como sea posible es hacer un buen trabajo de planchado en tus camisas. Además de las mangas y el cuerpo, una parte frecuentemente olvidada de las camisas abotonadas es el pliegue que se encuentra centrado en la espalda y la sección que se encuentra entre los omóplatos. Planchar estas zonas es un pequeño toque que te hace lucir más elegante y compenetrado con los detalles.

Coloca la plancha en el ajuste más caliente (generalmente algodón) y asegúrate de que el dial de vapor o el interruptor esté encendido.

Coloca la camisa con el lado de la espalda hacia arriba, con el pliegue centrado en el extremo más ancho de la tabla de planchar.

Ajusta el pliegue con los dedos para quitar las arrugas. Extiende el paño de planchar sobre la camisa si está hecha de una tela sintética o de una mezcla de algodón y fibras sintéticas ya que el calor puede quemar o derretir la tela.

Presiona el pliegue, prestando atención a la pequeña cinta de colgar que generalmente está cocida sobre el pliegue. Da un pequeño tirón al cuello mientras lo haces para mantener el pliegue tan recto como sea posible.