Cómo comer por una semana con poco dinero

La estabilidad económica es tan frágil como la vida humana. Incluso aquellas personas que toman previsiones para evitar contratiempos futuros -como tener inversiones de bajo riesgo o comprar una propiedad para alquilar- pueden ver cómo el saldo de su cuenta bancaria disminuye de la noche a la mañana.

Por supuesto, al tener poco dinero surgen todo tipo de preguntas, desde cómo pagar la hipoteca o las tarjetas de crédito hasta qué comer hoy. Ante una situación como esta, ¡mantén la calma! Estar en quiebra -o vivir con un presupuesto ajustado- no es una sensación agradable, pero siempre hay una manera de salir adelante.

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En primer lugar, ¡analiza tu situación financiera!

No es lo mismo sentirse en quiebra que estar en quiebra. Piensa que, aunque destines el 70-80 % de tus ingresos mensuales al pago del alquiler -y de las deudas- todavía tienes un 20-30 % para llegar a fin de mes.

Analizar tus finanzas con lupa te permitirá entender por qué estás limitado hoy, financieramente hablando:

  • Te has endeudado sin control.
  • Tus ingresos son más bajos que tus egresos.
  • Compras artículos no esenciales con frecuencia.
  • Los gastos hormiga están mermando tus finanzas.

Una vez que hayas encontrado dónde está la fuga de dinero, arma un plan para contrarrestarla. Así, podrás ahorrar al máximo y resistir durante la crisis financiera.

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Pero, ¿cómo comprar comida con poco dinero?

Comer barato es posible. Si bien los abarrotes, lácteos y carnes no se caracterizan por ser económicos -en especial cuando se tiene poco dinero para gastar- hay maneras de hacer que tu presupuesto rinda al 100 % y que incluso te sobre un poco para pagar servicios esenciales, como la factura de la luz o el gas. ¡Veamos cómo hacerlo!

#1 Identifica los alimentos esenciales

Algunos piensan que comer barato es sinónimo de una dieta alta en grasas y calorías; baja de vitaminas, minerales y proteínas; y llena de hidratos de carbono. Pero esto no es necesariamente cierto. Hay muchas formas de cocinar un menú saludable sin invertir más de la cuenta.

Por eso el primer consejo para que comer con poco dinero no sea una pesadilla es identificar los alimentos esenciales, es decir, aquellos sin los que puedes vivir o los más saludables. Por ejemplo:

  • Edulcorante, si sufres de diabetes.
  • Leche de almendras, en caso que seas intolerante a la lactosa.
  • Pan con cereales y granos enteros, en especial si tienes afecciones intestinales.

Esta lista de imprescindibles no depende solo de los problemas de salud. El café -para los amantes de la cafeína- o las especias también podrían ser un ejemplo.

#2 Busca alternativas económicas

Ahora que sabes cuáles son los ingredientes sin los que puedes vivir, ¡busca una alternativa a bajo costo! Por ejemplo, decide no beber leche de almendras por la mañana o anímate a probar otra más barata, como la leche de arroz o de avena. Incluso podrías hacerla tú mismo para ahorrar más.

#3 Evita las comidas en la calle

Sí. Las ofertas y descuentos de las tiendas de comida rápida son tentadoras. Pero no son saludables ni económicas. Lo mejor es evitarlas al máximo y decantarse por comer en casa o preparar comida para llevar.

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#4 Reemplaza tus meriendas habituales

En vez de comprar un chocolate al salir de la oficina -o un café en Starbucks- ¡haz tus propias meriendas y bebidas! Puedes hacer chips con papas naturales al horno o llevar un poco de café instantáneo en el bolso para hacerte una bebida energizante fuera de casa completamente gratis.

#5 No hagas las compras con hambre

Ir al supermercado con hambre -o con ansiedad- influye en la cantidad -y calidad- de comida que escoges en los pasillos. Preferiblemente, haz tus compras después de comer y quedar satisfecho.

#6 Planifica la lista de compras y el menú de la semana

Cambiar la forma en la que gastas el dinero significa modificar tu lista de compras. Antes de comenzar a anotar lo que te hace falta, revisa el frigorífico y la alacena para que sepas qué tienes y piensa qué platillos podrías cocinar con ello. La idea es diseñar un menú equilibrado y aprovechar lo que adquiriste en el pasado.

#7 Olvídate de las harinas

Sí. La harina de trigo puede salvarte a la hora de cocinar. Compra 1 kg por mes, pero olvídate de las demás. En vez de usar harina de maíz, opta por el maíz tierno. Compra avena en hojuelas enteras, almendras, garbanzos, etc., y redúcelos por separado en una procesadora hasta que obtengas un polvo fino. Después, tamiza la harina y guárdala en un recipiente hermético. Aprender a hacer tus propias harinas es muy útil, en especial si quieres comer saludable.

#8 Compra marcas genéricas

Muchos supermercados tienen su propia marca de alimentos. Elige el arroz, la pasta, los granos, el pan, etc., de la tienda y olvídate de las marcas comerciales. Así, podrás comprar más comida con poco dinero.

#9 Selecciona paquetes grandes

Como barras enteras de queso o empaques de 5 kg de arroz, pasta, entre otros. Este consejo es perfecto si tienes un presupuesto ajustado y te permitirá tener comida en la alacena para muchos meses.

#10 Compra carnes enteras o cortes económicos

Comer barato es todo un desafío, principalmente porque los supermercados ofrecen ingredientes y alimentos listos para cocinar. No obstante, la carne, el pollo y el pescado entero es mucho más económico que un medallón, por ejemplo. Si no te gusta limpiar las carnes, elige los cortes más baratos para tus platillos.

#11 Añade otras fuentes de proteína a tu dieta

Las carnes y pescados frescos son más costosos que otras fuentes de proteína, como los huevos, legumbres, frutos secos, semillas o enlatados, como el atún o la sardina. Incluye estos alimentos en tu dieta y verás cómo llegas a fin de mes sin problemas.

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#12 Compra frutas, vegetales y hortalizas de temporada

Son más económicos y suelen tener un mejor sabor. Decántate por frutas, vegetales y hortalizas nacionales y olvídate de las importadas.

#13 Avena, avena y más avena

La avena es nutritiva, saciante y tiene muchas propiedades. Además, es muy versátil:

  • Sirve para reemplazar la harina de trigo en panquecas y postres horneados.
  • El porridge de avena es delicioso en las mañanas. Puedes elevar su sabor con trozos de fruta fresca, frutos secos o especias, como la canela.
  • Si bien la leche le da un sabor más atractivo, puedes sustituirla por leche de avena -hecha por ti mismo- o por agua.

¿Lo mejor? La avena entera viene empaques grandes de 1-5 kg y su precio es muy accesible.

#14 Aprende a hacer pan casero

Hacer pan es más fácil de lo que parece y no necesitas muchos ingredientes. De hecho, en la antigüedad las familias más pobres horneaban su propio pan. Busca videos en YouTube sobre cómo hacer pan y recréalos en la comodidad de tu hogar.

Para ahorrar aún más, decántate por un pan estilo campesino porque tiene una concha dura que lo mantendrá fresco por más tiempo. De esta forma, podrás hornear varios panes simultáneamente y ahorrarás en gas o electricidad.

#15 Haz tu propio yogur en casa

Hacer yogur es sencillo. Solo necesitarás leche -entera o descremada- y un yogur pequeño. Calienta la leche en una olla -solo un poco- y retírala del fuego. Añade el yogur e intégralo todo. Guarda la mezcla en un envase térmico y déjala reposar de 8-10 horas.

Después, retira el suero con ayuda de un colador y un paño de algodón o tela de gasa y refrigéralo. ¡Te quedará tan cremoso como tu yogur favorito!

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