Step 1

Revisa con detenimiento los paquetes de comida congelada antes de comprarlos. Si encuentras el paquete dañado con rasgaduras o agujeros, no lo compres. Si el paquete es de cartón o papel y se encuentra mojado como si hubiera sido descongelado y vuelto a congelar, tampoco es seguro comprarlo y debes avisar al encargado de la tienda sobre el artículo en mal estado. Busca agujeros en las bolsas plásticas. Si puedes ver el artículo a través del paquete y está cubierto de hielo, no lo lleves, esto significa que se encuentra quemado por el frío.

Step 2

Controla la fecha de vencimiento en el paquete. No compres ni consumas comida congelada cuya fecha de vencimiento haya expirado. La comida congelada tiene una cierta vida útil, al igual que muchos otros productos.

Step 3

Cuando vayas de compras, deja los productos de congelador para el final, antes de dirigirte a la caja registradora. Esto te asegurará que tus productos se mantengan congelados por más tiempo. Si los productos comienzan a descongelarse, deberán ser consumidos rápidamente o desechados. No los congeles nuevamente.

Step 4

Aún cuando hayas adquirido productos en paquetes seguros y llevado correctamente la comida a tu hogar, todavía no te encuentras fuera de peligro. Remueve los paquetes de tu congelador y ten en cuenta las fechas de vencimiento. Cuando vayas a consumir la comida congelada, lee atentamente las instrucciones de cocinado. Prepara la comida exactamente como se detalla en las instrucciones del paquete. Asegúrate de que la comida se encuentre cocida completamente; no consumas comida que esté solo calentada. Algunos productos no son cocinados antes de congelarse. Esto puede ser peligroso, especialmente en productos que contienen carne, como pizzas y pasteles. Sé consciente del peligro que puede significar la comida congelada e implementa unos pocos pasos de seguridad para cuidar la salud de tu familia.