Step 1

Absorbe la tintura mojada con toallas de papel cuando notes una salpicadura. Quitarla antes de que se fije en tu piso, paredes u otras superficies te dará menos trabajo de frotado luego.

Step 2

Mezcla bicarbonato de sodio con agua formando una pasta húmeda y pegajosa. Cubre la zona manchada con la pasta, esparciéndola con la mano o una cuchara. Esto funciona en cualquier superficie plana, pero no en las paredes porque se chorrea.

Step 3

Deja secar el bicarbonato hasta que ya no esté húmedo al tacto.

Step 4

Quita el bicarbonato con una esponja húmeda.

Step 5

Revisa la zona con una luz brillante. El tratamiento con bicarbonato puede haber quitado todo el color, dependiendo de la saturación y tonalidad de la tintura. Si no es así, aún tienes otros recursos.

Step 6

Cubre la zona manchada con peróxido o quitaesmalte de acetona. Usa una esponja o bola de algodón para aplicar el líquido. Limpia después para evitar manchas. Usa esta técnica para superficies verticales que tengan manchas de tinte.

Step 7

Trata las manchas de zonas blancas como lavabos o encimeras con una solución de lejía. Evita usar lejía o cloro en paredes o pisos que no sean blancos, ya que pueden decolorarse.