Step 1

Envuelve las costillas con una toalla de papel seca. Es mejor hacer que la carne esté algo seca antes de cocinar las costillas en el horno. De esta manera, el líquido no se acumula alrededor de las costillas y no se cocinan de más, haciendo que el líquido se quede en el horno.

Step 2

Condimenta tus costillas. Elige cualquier combinación de condimentos que quieras y úsalos para frotar las costillas de cerdo o res. Acaricia suavemente los condimentos en la carne.

Step 3

Envuelve las costillas en envoltorio de plástico para congelador o papel de aluminio y colócalas en el congelador. Déjalas en el congelador durante la noche.

Step 4

Calienta el horno a 400 grados °F (204,4 ºC). Espera a que el horno se precaliente por completo.

Step 5

Coloca las costillas congeladas en la asadera y coloca la bandeja en el horno precalentado. Cocínalas por 30 minutos.

Step 6

Prepara la parrilla mientras las costillas se cocinan en el horno. El método variará dependiendo de si se trata de una parrilla de propano, madera o carbón. Calienta la parrilla a fuego medio mientras las costillas se cocinan.

Step 7

Retira las costillas del horno después de apróximadamente media hora, o cuando la carne se vuelve ligeramente marrón. No cocines completamente la carne en el horno. Si lo haces, dará lugar a que se queme o haya sobrecocción de la carne cuando se coloque en la parrilla.

Step 8

Rocía unos pocos granos de sal sobre las costillas. La sal absorberá cualquier exceso de líquido que podría gotear de las costillas.

Step 9

Coloca las costillas en la parrilla con pinzas. La parrilla debe permanecer en una temperatura media.

Step 10

Monitorea las costillas y voltéalas a menudo.

Step 11

Retira las costillas cuando notes marcas prominentes de la parrilla en la carne.

Step 12

Corta las costillas con un cuchillo para asegurarte de que la carne se haya cocinado a tu gusto.

Step 13

Cubre las costillas con lo que desees, como la salsa de barbacoa o mostaza y miel.