Cómo cocinar un pollo congelado dentro del horno

Escrito por Eric Mohrman ; May 10, 2017
Jupiterimages/Stockbyte/Getty Images

Asar u hornear es una de las maneras más seguras de cocinar el pollo directamente de su estado congelado. El asado lo descongela y empieza a cocinarlo lo suficientemente rápido para prevenir el crecimiento de bacterias potencialmente peligrosas; nunca cocines lentamente un ave entera congelada. No hay muchas diferencias entre cocinar un pollo congelado y descongelado dentro del horno, pero hay dos indicaciones: debes esperar hasta que se descongele para poder amarrarlo y el tiempo de cocción debe extenderse por cerca del 50 por ciento.

Deja que el pollo repose a temperatura ambiente por 20 minutos o más. De lo contrario, será difícil que los condimentos se peguen a la piel congelada. Precalienta tu horno a 350 grados Fahrenheit durante este tiempo. Empieza con una temperatura baja para descongelarlo lentamente y cocínalo, reservando el calor más alto para el final para dorar y dejar crujiente la piel. También prepara tu bandeja para hornear al cubrir el fondo con aluminio y engrasar la rejilla con aerosol antiadherente.

Seca la piel y la cavidad con algunas toallas de papel. Introduce los condimentos deseados dentro de la cavidad, como la mitad de un limón o naranja, dientes de ajo, sal y pimienta y racimos de romero (rosemary) o tomillo (thyme) fresco. Unta la piel con un aceite de cocina saludable para el corazón, como el de canola, cacahuete o vegetal que provea grasas insaturadas, en lugar de la mantequilla, la cual es alta en grasas saturadas. Luego, si lo deseas, condiméntalo a tu gusto utilizando los mismos ingredientes que pongas en la cavidad junto con otros ingredientes complementarios.

Coloca el pollo en la rejilla de la bandeja para hornear y colócalo en el centro del horno. No cubras la bandeja, ya que esto cocina el pollo al vapor, interfiriendo con el dorado y crujiente de la piel. Cocínalo por cerca de 15 minutos para suavizarlo lo suficiente para poder amarrarlo. Saca la bandeja del horno. Cruza las piernas, únelas por los extremos con el cordel y amarra las puntas de las alas debajo del ave. Regresa la bandeja al horno.

Coloca el horno a una temperatura de 450 grados Fahrenheit después de 75 minutos. Continúa asando el pollo sin cubrir por aproximadamente otros 10 a 20 minutos como sea necesario, para llevar la temperatura interna a 165 grados Fahrenheit en el centro de la parte más gruesa de la pechuga y el interior del muslo. Utiliza un termómetro para carne para confirmar que el ave esté cocida de forma segura.

Pasa el pollo de la bandeja a un plato para servir. Deja que repose por 10 a 15 minutos para dejar que los jugos internos se fijen. Corta el cordel de las piernas y sirve tu comida.

No cocines un pollo entero congelado en una olla de cocción lenta o en el microondas.

Almacena el pollo descongelado por debajo de los 40 grados Fahrenheit y utilízalo dentro de dos días de descongelado. No dejes el pollo fuera a temperatura ambiente por más de dos horas o a temperaturas mayores de 90 grados Fahrenheit por más de 1 hora.

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