Consecuencias para los padres que permiten a los niños beber alcohol

La bebida adolescente está asociada con varias consecuencias a largo plazo.

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Algunos padres permiten que sus hijos beban alcohol por motivos religiosos o de vez en cuando para ayudarles a aprender a beber con responsabilidad cuando lleguen a la edad adulta. A pesar de que la edad legal para beber es de 21 años en los 50 estados, algunos de ellos hacen excepciones para los padres para darles alcohol a sus hijos en su propia casa. Siempre es ilegal que los adultos den alcohol a menores de edad que no sean sus hijos o responsabilidad legal. A pesar de que los padres pueden tener buenas intenciones, existen serias consecuencias por permitir a los niños menores de edad que beban.

Beber excesivamente

Los adolescentes que tienen padres que compran alcohol para ellos no aprenden necesariamente un comportamiento de consumo responsable.

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Los adolescentes que tienen padres que compran alcohol para ellos no aprenden necesariamente un comportamiento de consumo responsable. Según un estudio de 2004 publicado en el Journal of Adolescent Health, los adolescentes que asistieron a fiestas en las que los padres habían suministrado alcohol fueron dos veces más propensos a participar en consumo excesivo que quienes acudieron a las fiestas donde el alcohol provino de otras fuentes, como de otros adolescentes. El consumo excesivo de alcohol es tomar grandes cantidades de este, tal como cuatro o cinco bebidas seguidas, por lo menos una vez en un período de dos semanas, de acuerdo con KidsHealth.org. El consumo excesivo de alcohol no es una forma positiva de aprender moderación.

Bebedores regulares

Una consecuencia del apoyo de los padres sobre el consumo de alcohol en menores son los hábitos de consumo sostenibles de por vida.

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Una consecuencia del apoyo de los padres sobre el consumo de alcohol en menores son los hábitos de consumo sostenibles de por vida. Los adolescentes que asistieron a fiestas en las que había bebidas alcohólicas proporcionadas por los padres eran dos veces más propensos a ser bebedores regulares en el futuro que los que habían asistido a fiestas en las que el alcohol no fue suministrado por los padres, según el Journal of Adolescent Health. Cuando los padres animan el consumo de alcohol en menores, envían el mensaje a los adolescentes de que no sólo es aceptable beber, además es aconsejable.

Asuntos de salud

El consumo excesivo de alcohol por menores de edad puede causar daños cerebrales, obesidad, pérdida de memoria y deterioro cerebral, según EmpoweringParents.com.

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El consumo excesivo de alcohol por menores de edad puede causar daños cerebrales, obesidad, pérdida de memoria y deterioro cerebral, según EmpoweringParents.com. A pesar de que no todos los casos de consumo excesivo de alcohol son un resultado directo del consumo de este suministrado por los padres, algunos lo son. Problemas de salud a largo plazo son un precio muy alto a pagar por apoyar irresponsables hábitos de consumo en menores de edad. Los adolescentes que se emborrachan por primera vez antes de los 15 años de edad también tienen cinco veces más probabilidades de tener problemas relacionados con el alcohol que los adultos, de acuerdo con EmpoweringParents.com.

Consideraciones legales

Cuando los padres proporcionan alcohol a menores de edad, podría haber consecuencias legales.

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Cuando los padres proporcionan alcohol a menores de edad, podría haber consecuencias legales. Aunque la edad mínima para consumir alcohol es oficialmente 21, 31 estados permiten a los padres, tutores o cónyuges proporcionar alcohol a menores de edad y 30 estados permiten que los menores de edad beban con fines religiosos. En siete de los 31 estados, las leyes permiten el consumo de alcohol entre menores sólo en una residencia privada, de acuerdo con un artículo de 2011 de The Wall Street Journal. En los estados donde estas excepciones no se aplican, la ley puede multar a los padres que provean alcohol a sus hijos adolescentes. Los padres no pueden comprar o servir alcohol a menores de edad que no están bajo su cuidado asistencial. Además, al igual que con un adulto, cuando un adolescente bebe alcohol y luego se pone detrás del volante de un automóvil, si ese adolescente está por encima del límite legal de alcohol en su estado, podría ser arrestado por conducir bajo la influencia, así como consumo de alcohol en menores. Conducir o manejar bajo la influencia del alcohol es ilegal y punible por la ley en los 50 estados y en el Distrito de Columbia. Incluso si un conductor ebrio no es detenido, el conductor es peligroso, y puede matar o herir a personas o puede destruir propiedades. Los límites específicos de alcohol en sangre varían según el estado.

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