Consejos para el cuidado de una palmera de abanico mexicana

Las altas palmeras de abanico mexicanas adornan muchos bulevares del sur de California y los paisajes de los parques temáticos de la Florida Central.

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Una palmera alta alcanza alturas de 60 a 100 pies(18 a 30 m), a la palmera de abanico mexicana (washingtonia robusta) a veces se la refiere simplemente como washingtonia, palma de hilo o palma de enaguas. Las grandes hojas en forma de abanico se ven exuberantes y tropicales, pero el gran tamaño y el crecimiento rápido no lo convierten en una palmera para cultivar como planta de interior, a menos que sea en un patio interior o en un conservatorio. Cultivarla sólo al aire libre en las zonas de resistencia de las plantas 8b y mas cálidas según el U.S. Department of Agriculture (Departamento de Agricultura de los EE.UU.), donde los inviernos no son más fríos de 15°Fahrenheit (-9°C).

Tasa de crecimiento

Las palmeras de abanico mexicanas responden adecuadamente a una marga fértil o suelo de arena, que sea húmedo pero bien drenado, a pesar de que muestra una excelente tolerancia a la sequía. En las regiones donde los veranos son largos y calurosos, y el riego mantiene las raíces húmedas, el tronco de una palmera de abanico mexicana puede aumentar hasta 6 pies (1,8 m) de altura en un año. Este crecimiento rápido es más probable cuando la palmera es menor de 15 años de edad y está en pleno sol todo el día. La palmera de abanico mexicana detiene su crecimiento desde el otoño hasta la primavera, cuando las temperaturas del suelo y del aire se mantienen frescas. Las temperaturas bajo cero en el rango de 10° y 15° F (-12° y -9° C) queman y dejan las hojas marrones fácilmente, pero si la punta más alta del tronco no está congelada, las nuevas hojas surgen rápidamente en la siguiente primavera y el verano.

Consideraciones del suelo

Cultiva las palmeras de abanico mexicanas en cualquier suelo moderadamente fértil, de alcalino a ácido, que este bien drenado. Es tolerante a suelos que son calcáreos; suelos calizos o que comprenden carbonato de calcio. Su crecimiento rápido y frondosidad más exuberante se producen en suelos de pH casi neutro que son profundos, fértiles y enriquecidos con materia orgánica y tratados con fertilizantes de liberación lenta, formulados para palmeras. La irrigación de la tierra durante el calor del verano también acelera el crecimiento y mejora la belleza del dosel. En Phoenix, Arizona, un riego profundo una vez al mes durante el calor y la aridez del verano es ideal, de acuerdo con el Pima County Cooperative Extension Service (Servicio de la extensión cooperativa del condado de Pima). En las zonas de invierno frías, un suelo ligeramente seco es mejor para invernar así como un suelo mojado durante temperaturas bajo cero aumentan la raíz.

Percepción del mantenimiento

El cuidado de una palmera de abanico mexicana puede ser tanto de alto o bajo mantenimiento, en función a la estética personal o el deseo de crecimiento más rápido o más exuberante. Las hojas viejas y secas de color ligeramente marrón grisáceo en esta palma, persisten en el tronco. Las hojas muertas cuelgan hacia abajo como una falda de paja. Si te parece que las frondas muertas son feas, necesitas tiempo para aserrar las hojas en la base para que el troncal se vea más liso y ordenado. En algunas jurisdicciones, la paja de la fronda no son toleradas y deben ser removidas anualmente, ya que tienden a ser un refugio seguro o hábitat para los roedores. La eliminación de la fronda muerta es tediosa, ya que los tallos están llenos de espinas y los troncos son delgados como una torre ascendente, y a menudo requieren equipos hidráulicos para llegar a ellos.

Utilización en el paisaje

Las palmeras de abanico mexicanas no son la mejor opción para jardines con el espacio limitado. El rápido crecimiento de la planta y las alturas imponentes hacen que se conviertan en fuera de escala en muchos barrios residenciales. A pesar de soportar el calor y la sequía, otras especies de palmeras de lento crecimiento podrían ser opciones que no requieran tanto mantenimiento. Las palmeras de abanico mexicanas crecen mejor en amplios parques y jardines, y en las regiones donde los vientos y relámpagos huracanados no son amenazas anuales.

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