Step 1

Escoge en otoño un lugar nuevo para tu ciprés, donde tenga suficiente espacio soleado y con el suelo bien drenado. Cava un agujero que tenga la mitad de la altura del árbol que vas a trasplantar y el ancho como el diámetro de su línea de goteo.

Step 2

Llena un cubo con agua y vierte la mitad en el agujero de trasplante. Si no se drena rápidamente, subsana el suelo con partes iguales de turba y arena, hasta que drene. Los cipreses morirán si les dejas agua estancada.

Step 3

Cava un círculo alrededor de la línea de goteo del ciprés que estás moviendo. Coloca la pala en un ángulo de 45 grados apuntando hacia el centro del árbol y la raíz principal.

Step 4

Haz fuerza suavemente mientras cavas. Si sientes resistencia, cava más hondo e inténtalo de nuevo. Si a pesar de eso la raíz principal no sale, córtala con la cizalla tan profundo como puedas, para que logres sacarla tanto como te sea posible. Saca el árbol del agujero suavemente y colócalo en la carretilla. Si tiene más de 3 pies (91,44 cm) de altura, podrías necesitar a alguien para que te ayude a levantarlo.

Step 5

Rueda el árbol hasta su nuevo emplazamiento. Vierte el resto del agua en el agujero para ayudar a reducir el impacto del trasplante. Saca el ciprés de la carretilla cuidadosamente y colócalo en el agujero de trasplante. Aléjate para comprobar que esté recto y ajústalo si fuera necesario.

Step 6

Rellena el agujero con tierra, presionando firmemente para eliminar los espacios de aire alrededor de las raíces. Vierte otro cubo de agua en la base del árbol para regarlo. Echa la tierra sobrante en la carretilla, colócalo en el agujero original y repite el proceso.

Step 7

Echa agua cada pocos días durante las tres primeras semanas después de plantarlo para ayudar a que el ciprés se adapte a su nuevo ambiente y comience a crecer.