Una pequeña variedad para elegir

La madera ideal de sauna es el tipo que se mantiene relativamente fresca al tacto y absorbe el vapor, lo que hace que la experiencia en el sauna sea mucho más cómoda. Las maderas que se deforman en ambientes con humedad alta, como la madera de pino nudosa, no es muy deseable y no debería ser utilizada.

Los saunas construidos de forma tradicional son elaborados con pícea de Noruega, que retiene naturalmente la belleza, conserva agradablemente su tono blanco y solo se oscurece cuando envejece. El álamo "aspen" claro es otra buena opción así como los falsos abetos con veta vertical. El secoya de duramen claro también puede ser utilizado, ya que resiste naturalmente el agua y la deformación, pero es raro y costoso y se oscurece considerable con el paso del tiempo.

La mejor madera

El cedro es considerado como la mejor madera para fabricar un sauna, ya que retiene todas sus cualidades de frescura al tacto y no se deforma. Mantiene su color marrón claro o canela durante la vida útil del sauna. Es liviano y fácil de trabajar; el cedro aromático puede ser instalado por su agradable fragancia, el cual cobija a las personas dentro del sauna.

Bancos

Si es suficientemente bueno para el sauna en sí, el cedro también es considerado la mejor madera para elaborar los bancos, pero existen algunas otras opciones para considerar. La pícea es una buena elección para los bancos y es una de las clásicas maderas de sauna que se sienten frescas y cómodas al tacto. Otra madera que ha adquirido popularidad con el paso de los años se denomina abachi. La madera abachi es un tipo de madera tropical de África, liviana y resistente y soporta la severidad de la atmósfera muy húmeda siempre presente dentro del sauna.