Extiende la camiseta sobre una mesa. Asegúrate de que todas las costuras, tanto las de la parte de delante como las de detrás, coincidan.

Empieza por el cuello. La mayoría de las camisetas básicas tienen una costura bastante gruesa alrededor de esta zona, pero trabajarla es sencillo. Simplemente, corta despacio justo por debajo de la costura. Tienes dos posibilidades para hacer el cuello de la camiseta. Una buena idea es cortar un arco amplio a lo largo del cuello, de hombro a hombro, para conseguir un elegante escote de barco y completar el look con una camiseta sin mangas.

Una vez terminada la zona del cuello, sigue con las mangas. Hay gente a la que le gusta cortarlas completamente, pero si queremos que siga pareciendo una camiseta, es mejor conservarlas. Puedes hacerlas más cortas cortando con cuidado alrededor de la costura inferior de cada manga. Las costuras te ayudarán a evitar que el corte resulte irregular.

Hechos el cuello y las mangas, ponte manos a la obra con el largo de la camiseta. En general, cuanto más corta sea ésta, mejor. ¡Aunque tampoco nos interesa que se convierta en un top de cuello halter! Coge alrededor de 4 centímetros de la parte inferior de la camiseta, bordeando, como antes, la línea de la costura inferior, y cortando en un único movimiento continuo.

Debería sobrarte una franja larga de tela. Cógela y envuélvetela alrededor de la cintura, como un cinturón. ¡Con tan sólo unos pocos tijeretazos has transformado una aburrida camiseta en un bonito top!