Step 1

Cada dos o tres semanas, examina tu planta para encontrar brotes que estén marchitos o en proceso de marchitarse. En primavera y verano, cuando la planta esté floreciendo, examínala varias veces a la semana en busca de flores marchitas. Esta planta no se desprende de las flores muertas por sí misma y al retirarlas se detiene su propagación.

Step 2

Limpia los residuos y los restos de tierra que pueda haber en las tijeras de podar y en los guantes. Es fácil que las enfermedades infecciosas se propaguen a las plantas recién podadas, debido a que su sistema circulatorio interior queda expuesto tras el corte. Aunque no es necesario utilizar los guantes de jardinería para manejar las plantas del ave del paraíso, llevarlos puestos te protegerá del filo de las tijeras.

Step 3

Localiza el origen de los tallos y hojas muertas antes de decidir el lugar del corte. Corta las ramas que sean pequeñas o delgadas cerca de un tallo más grueso, incluso aunque haya algún brote en ellas. Corta los tallos más largos cerca del suelo. Elige lugares que permitan el menor número de cortes totales posible.

Step 4

Durante el corte, sujeta el tallo principal (el más largo) en la zona donde se produce la intersección con la rama muerta que estés cortando. Agarra la base de la planta si lo que estás cortando es todo un renuevo. Sujeta la planta con firmeza, pero procura no doblar ni estrujar los tallos sanos.

Step 5

Sujeta el tallo muerto con las cuchillas de las tijeras de podar tan cerca de la intersección con el tallo principal como sea posible. Si estás cortando un tallo entero, sitúa las tijeras en la base del tallo, de 3 a 6 pulgadas (7,5 a 15 cm) sobre el suelo. Aprieta con firmeza las tijeras para podar el tallo. Recuerda que un corte rápido y limpio reducirá las probabilidades de que se produzca una infección.