Enfermedades comunes del arbusto Fotinia

El arbusto Fotinia tiene flores blancas.

photinia flower image by Alison Bowden from Fotolia.com

La Fotinia es un arbusto muy cultivado que se suele utilizar en cercos o una hilera de vallas. Este arbusto popular tiene hojas perennes de color verde brillante, brotes rojos y flores blancas. Existen varias especies, entre ellas, la Fotinia x fraseri y la Fotinia de puntas rojas. Se trata de un arbusto muy resistente, aunque es susceptible a dos enfermedades que afectan a esta especie.

Mancha foliar por hongos

La enfermedad más común que afecta a la Fotinia es la mancha foliar por hongos. Esta mancha es causada por un hongo llamado entomosporium. Si no se la cura, puede defoliar y matar a la Fotinia. Las infecciones nuevas aparecen como pequeñas manchas circulares de color rojo oscuro en las hojas. Las manchas necróticas más viejas tienen centros grises con un halo de color rojo oscuro. Si la infección es grave, las manchas se unen y pueden aparecer como grandes áreas deterioradas. Esta infección se puede propagar a las ramitas, originando manchas enmohecidas en las ramas y puede producir la caída prematura de las hojas. Esta infección ocurre generalmente en primavera durante los períodos de humedad continua. También puede suceder en otoño durante las lluvias.

Cura

Para evitar las manchas foliares por hongos, planta la Fotinia a pleno sol y en un área con buena circulación. Estos arbustos son propensos a infectarse cuando se los planta en cercos o muy próximos uno del otro. Quita las hojas caídas y poda las ramas enfermas. Utiliza un producto orgánico a base de cobre de acuerdo a las instrucciones. También puedes utilizar un fungicida aprobado a principios de la primavera y continuar con tres a cuatro tratamientos al año a intervalos regulares.

Fuego bacteriano

Una enfermedad menos común que afecta a la Fotinia es el fuego bacteriano. Se trata de una infección causada por la bacteria Erwinia amyovora. Su primer signo es que las flores aparecen descoloridas o empapadas en agua. Las áreas afectadas, tales como las hojas, las flores, los tallos y las ramas, parecen haber sido quemadas por un incendio. En épocas de alta humedad, las zonas infectadas pueden supurar. La bacteria se puede propagar por salpicaduras de agua o por insectos. Es más frecuente en zonas húmedas.

Cura

Para curar el fuego bacteriano, utiliza un bactericida de cobre. Elimina cualquier área de infección activa quitando las hojas y podando las ramas. Para prevenir la infección, aplica nitrógeno al suelo en otoño o a principios de primavera.

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