Sí: Mantén inflado el colchón en la medida de lo posible

Inflar y desinflar el colchón produce una tensión innecesaria en las costuras. Si vas a inflar el colchón para un huésped que se queda varios días, por ejemplo, déjalo inflado durante su estadía, en lugar de inflarlo y desinflarlo cada vez.

Sí: Deja que el colchón se desinfle por completo antes de guardarlo

Los colchones de aire se inflan en minutos con un inflador electrónico o a baterías, pero puede tomar más tiempo desinflarlos. Puede parecer tentador abrir la válvula de aire y empujar el aire antes de enrollarlo para guardarlo. Sin embargo, ésto puede potencialmente dañar el colchón. Presionar el aire hacia afuera estira las costuras y puede causar que las juntas se rompan. Abre la válvula y deja que el colchón se desinfle solo antes de guardarlo. Si tu colchón tiene un sistema de desinflado rápido, deja que el aire escape antes de guardarlo. Escucha la válvula, si oyes un silbido débil, el colchón aún se está desinflando.

No: Dejar que tu mascota se suba al colchón

Incluso si tu mascota familiar está acostumbrada a dormir sobre la cama u otros muebles, no deben subirse al colchón de aire. Cualquier animal con garras afiladas puede perforar el colchón, lo cual es difícil de reparar. Los animales también tienen una tendencia a desquitarse con los muebles, lo cual ejerce tensión innecesaria sobre las costuras.

No: Inflar el colchón por demás

Si el colchón está lleno a su capacidad máxima, se ejerce demasiada presión sobre las costuras. Se recomienda que el colchón sólo se infle al 90% de su capacidad, especialmente la primera vez que lo usas. Cada vez que inflas el colchón por demás, éste tiene una mayor probabilidad de romperse.

No: Exponer el colchón a objetos afilados

Puede ser difícil reparar orificios en tu colchón de aire. Incluso la cinta de electricista y los parches de vinilo son, en el mejor de los casos, soluciones temporarias, de modo que es probable que de todos modos tengas que renovar el colchón. Mantén los colchones de aire lejos de lápices, alfileres de gancho, agujas, clips de papel o cualquier objeto punzante que pueda arruinarlo. Cuando te acuestes, lo mejor es vaciar tus bolsillos de cualquier objeto que pueda dañar el colchón.