¿Qué es el conflicto?

El conflicto puede surgir en las organizaciones cuando las personas tienen contacto. La gente puede estar en desacuerdo sobre los hechos o sobre la solidez de las opiniones expresadas por las autoridades. Podría ser lo que comúnmente llamamos un "conflicto de personalidad", porque un miembro del grupo hace comentarios negativos acerca de otro, o evita a esa persona por completo.

Otra forma de conflicto se produce cuando las personas dentro de una organización coinciden en los objetivos, pero no están de acuerdo sobre los procedimientos necesarios para alcanzar esas metas. Las rivalidades, las luchas de poder y los desacuerdos sobre el papel del individuo en la organización son las formas más comunes de los conflictos en una organización.

¿Puede ser el conflicto una ventaja?

La palabra "conflicto" tiene connotaciones negativas en el uso común, por lo que tendemos a pensar que el conflicto sólo puede ser una desventaja en una organización. Esto no es necesariamente cierto. Los conflictos de tareas, donde las personas están en desacuerdo sobre la esencia de la discusión o en las directivas de una figura de autoridad, puede ser constructivo. Al escuchar las partes en conflicto, la gente dentro de la organización puede pensar más detenidamente acerca de los problemas y tomar mejores decisiones. Las personas en las organizaciones que están en desacuerdo acerca de los procedimientos para lograr una meta pueden llegar a nuevos y mejores procedimientos. O bien, después de la discusión, los miembros del grupo pueden sentir que el objetivo en sí podría tener que ser modificado.

Por otro lado, el conflicto puede tener efectos perjudiciales en una organización. Puede ser nocivo para los individuos, debilitar o destruir a un grupo, aumentar la tensión entre los grupos, o interrumpir los canales normales de cooperación. En casos extremos, el conflicto puede conducir a la violencia. El conflicto puede impedir a los miembros de una organización centrarse en las tareas y metas.

El manejo de los conflictos

Algunos conflictos dentro de una organización pueden ser inevitables, pero es importante reconocer que existen con el fin de resolver los problemas. Para poner un programa eficaz de resolución de los conflictos en el lugar, es importante analizar la situación para aprender lo que el conflicto es en realidad. ¿Es una lucha por objetivos, territorio, o valores? ¿Cómo se comportan las personas en conflicto?

Una vez identificado el problema, las líneas de comunicación deben abrirse para permitir que todas las partes expresen sus puntos de vista. Un negociador permitirá a ambas partes "salvar la cara" o avergonzarse. Por último, se negociará una solución para que todos puedan vivir con la voluntad de transmitir los objetivos de la organización.