Muchos niños exploran su conexión con otros seres vivientes a través de su afecto por los animales. Cuidar a los animales puede enseñar a los niños compasión y responsabilidad que utilizarán por el resto de sus vidas. Usar animales como personajes de una historia puede ayudar a los niños a conectarse con la narrativa y agrega más creatividad e imaginación a la obra.

Personificación

La personificación se produce cuando el autor atribuye características humanas a las cosas que decididamente no son humanas, como animales, objetos inanimados o elementos de la naturaleza. Al utilizar animales como personajes en su historia, estás promulgando la personificación. Esta técnica tiene muchas ventajas, sobre todo en los cuentos infantiles. Los niños se refieren a los animales y los ven como amigos y compañeros de juego. Personificar animales puede capturar el interés de los niños y comprometer sus imaginaciones al considerar un mundo de fantasía en el que los animales toman características humanas.

Lograr lo imposible

Utilizar personajes animales abre una historia a muchas opciones que no estarían disponibles si todos los jugadores fueran humanos. Por ejemplo, si un autor escribió un libro en el que todos los personajes eran aves, gana acceso a una variedad de entornos, como las copas de los árboles, los tejados de los edificios y las nubes, en lugar de tener que contar su historia arraigada en la tierra y el mundo de los bípedos.

El uso en fábulas

Los animales proporcionan ventajas adicionales cuando se utilizan como personajes de fábulas. Los autores utilizan las fábulas para enseñar a los lectores una lección y los niños constituyen la mayor parte de su audiencia. Las fábulas, aprovechan los estereotipos que rodean a las diferentes especies de animales, los inducen en situaciones humanas mediante la personificación para mostrar las consecuencias y beneficios que los animales cosechan. Por ejemplo, en una fábula el zorro astuto engaña el cuervo vanidoso para mostrar su hermosa voz y en el proceso suelta su trozo de queso. De esta manera personajes animales advierten a los niños a alejarse del mal comportamiento y fomentar el bueno.

Uso en la literatura

Muchos autores han empleado a los animales como personajes de la literatura para alcanzar una variedad de medios. En la novela "De ratones y hombres" de John Steinbeck, el personaje del ratón, aunque no personificado, se utiliza para desarrollar al personaje humano Lenny. De esta manera vemos cómo el uso de animales puede enriquecer a los personajes humanos. En "La granja de los animales" de Orwell, todos los personajes principales son animales. George Orwell utiliza las posibilidades abiertas por la personificación al retratar su interpretación única de la época previa a la Segunda Guerra Mundial en Rusia.