Método de cultivo para el zapallo anco

El zapallo anco pesa hasta 10 libras (4,50 k), dependiendo de su variedad.

Brand X Pictures/Brand X Pictures/Getty Images

El zapallo anco es un zapallo de invierno de sabor medio que se cosecha a finales del verano cuando su corteza está firme. Éste no es difícil de cultivar siempre y cuando tu jardín tenga mucha luz solar y espacio suficiente para que las plantas se expandan. Planta las semillas del zapallo anco directamente en la tierra en primavera.

Tiempo de plantación

No te apures a plantar las semillas del zapallo anco a comienzos de la primavera, ya que es un vegetal delicado que no germinará en tierra fría. Espera al menos dos semanas luego de la última helada en tu zona. Las semillas del zapallo anco germinan mejor si la temperatura es consistente a al menos 65 o 70º F (18 a 21º C). En temperaturas más altas, las semillas germinan en alrededor de una semana.

Requisitos

El zapallo anco es una planta resistente que crece en casi cualquier suelo fértil y bien drenado. Planta sus semillas donde las plantas estén expuestas a luz solar total.

Preparación del suelo

Para preparar el suelo para plantar el zapallo anco, ara o escarba bien la tierra a una profundidad de 8 a 10 pulgadas (20 a 25 cm). Excava de 2 a 4 pulgadas (5 a 10 cm) de desperdicio animal bien putrefacto o abono en el suelo, ya que el material orgánico añade nutrientes a la tierra y a su vez mejora la capacidad de drenaje.

Plantar las semillas

Las semillas de zapallo anco suelen ser plantadas en colinas. Para crearlas, usa un rastrillo o azada para juntar tierra en montículos de 8 pulgadas (20 cm) de altura, dejando de 5 a 6 pies (1,50 a 1,80 m) de espacio entre las colinas. Mezcla de 1 a 2 cdas. de un fertilizante de jardín para todo propósito en cada colina. Planta de cuatro a seis semillas a 1 pulgada (2,50 cm) de profundidad en cada colina, separándolas de manera equitativa en la colina. Riégalas levemente, usando un rociador o manguera con una boquilla aspersora. Mantén la tierra húmeda hasta que los almácigos estén firmes y que cada uno tenga de dos a tres hojas saludables.

Almácigos

Los almácigos de zapallo anco se benefician del clareo una vez que las plantas tengan de dos a tres hojas cada una. Al entresacar las plantas más débiles permites que las plantas más saludables se desarrollen. Extrae los almácigos más débiles con tus uñas o con un par de tijeras pequeñas. No tires de ellos, ya que podrías aflojar accidentalmente las raíces de los almácigos saludables. Deja dos o tres almácigos de zapallo anco en cada colina.

Agua

Riega el zapallo anco una vez por semana, proveyendo suficiente agua para remojar la tierra a una profundidad de 6 a 8 pulgadas (15 a 20 cm). Para revisar la profundidad de la tierra hasta donde ha penetrado el agua, clava un destornillador o palito de madera largo en la tierra cerca de las plantas. Riega mediante una manguera abierta levemente en la base de las plantas. Es mejor regar por las mañanas, ya que esto permite que las hojas se sequen antes de que la temperatura caiga por la noche. El riego nocturno pone a las plantas en riesgo de moho y otras enfermedades fúngicas causadas por el follaje mojado.

Cuidado general

Las plantas de zapallo anco se benefician de 1 a 2 pulgadas (1,50 a 3 cm) de mantillo como paja o corteza desmenuzada, lo que mantiene la tierra húmeda y evita el crecimiento de maleza. Rocía de 1 a 2 cdas. de fertilizante a 6 u 8 pulgadas (15 a 20 cm) de cada colina luego de que los estolones aparezcan a mediados de verano, luego mete el fertilizante de manera pareja en la tierra y riega mucho. Usa uno alto en nitrógeno con una proporción de 21-0-0, aplicado según las instrucciones de la etiqueta del paquete.

eHow en espanol
×