Cómo lavar una alfombra Kilim de lana

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Una kilim es una alfombra turca, sin pelos que se usa para cubrir el piso. Generalmente hechas de fibras de lana, muchos propietarios de casas también las usan como tapices decorativos. Si aspiras las alfombras kilim mantedrás su limpieza, pero estas requerirán que las laves una vez cada tres o cinco años, dependiendo del tráfico. La forma más suave de limpiar este tipo de alfombra es lavarlas a mano con jabón de aceite de oliva.

Step 1

Llena un cubo con un galón (3,7 l) de agua fría. Agrega 2 tazas de jabón de aceite de oliva rallado. Revuelve la mezcla con una cuchara para disolver el jabón.

Step 2

Pon la alfombra kilim en una superficie plana. Sumerge el cepillo en la solución de aceite de oliva. Comienza en un extremo de la alfombra, aplicando el agua jabonosa con pasadas cortas, parejas y superpuestas del cepillo. Vuelve a mojar el cepillo cada vez que comience a secarse.

Step 3

Continúa aplicando el agua jabonosa en la alfombra, a medida en que llegas al otro extremo de la misma. Esto aflojará la suciedad a medida que avanzas. Comienza nuevamente en la parte superior de la alfombra, y cepíllala tres veces.

Step 4

Da vuelta la alfombra y repite el proceso de lavado tres veces del otro lado.

Step 5

Vacía el cubo y vuelve a llenarlo con agua fría y limpia. Enjuaga el cepillo. Repite la limpieza de la alfombra con el agua fría para enjuagar la lana. Cepilla cada lado de la alfombra con agua limpia tres veces.

Step 6

Aplica la alfombra en una superficie planta para secar al aire. Cuando la parte superior esté seca, da vuelta y permite que se seque del otro lado.

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