Step 1

Llena cada molde en las tres cubiteras hasta una cuarta parte con agua y colócalas en el congelador. Déjalas allí hasta que el agua esté congelada.

Step 2

Disuelve un paquete de gelatina con agua caliente revolviendo con una cuchara en un bol mediano. La cantidad de agua caliente que uses depende de la cantidad que requiera el paquete.

Step 3

Vierte la gelatina disuelta en dos cubiteras. No hay problema si no tienes la cantidad de gelatina suficiente para llenar todos los moldes.

Step 4

Pon las cubiteras en el refrigerador y deja enfriar hasta que la gelatina esté firma. Esto tarda de una a dos horas.

Step 5

Llena el fondo de tu fregadero con agua tibia.

Step 6

Sostén las cubiteras con gelatina sobre el agua durante 10 segundos, de modo que ésta llegue al borde superior de las mismas.

Step 7

Sostén la cubitera sobre una tabla de cortar y dala vuelta boca abajo. Aprieta ligeramente los extremos de la cubitera para que salgan los cubos de gelatina. Repite lo mismo con la otra cubitera.

Step 8

Corta cada cubo de gelatina por la mitad con un cuchillo de carne que tenga el borde liso. Cuando hayas terminado, tendrás alrededor de 30 trozos de gelatina.

Step 9

Retira las cubiteras con hielo del congelador y coloca cada pieza de gelatina en un molde.

Step 10

Llena un vaso medidor con 2 tazas de agua.

Step 11

Suavemente vierte agua en cada molde que tenga una pieza de gelatina hasta llenarlo.

Step 12

Vuelve a llevar las cubiteras al congelador. Déjalas reposar hasta que los cubos estén completamente congelados.