Cuidar y alimentar plantas de orquídeas

Las orquídeas florecen en un ambiente hogareño moderado.

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Muchas orquídeas son buenas plantas de interior porque crecen bien en condiciones cómodas para los humanos. Entre las 28.000 especies diferentes de orquídeas, las variedades más conocidas incluyen el oncidium, con sus flores amarillas, marrones o blancas, y el dendrobium, con sus flores blancas o lavandas. Las orquídeas más fáciles de cultivar incluyen al epidendrum de flores pequeñas y al popular phalaenopsis, u orquídeas mariposa. Como la mayoría de las variedades necesitan al menos 5 años para florecer, los novatos deberían comenzar con plantas que ya hayan florecido. Ejercita la moderación en el cuidado de tus orquídeas para mantenerlas saludables.

Luz y aire

Mantén a tus orquídeas bajo la luz indirecta del sol. Por ejemplo, colócalas a 1 o 3 pies (30,48 cm o 0,91 metros) de una ventana brillante con una exposición hacia el sur. Mover las orquídeas a un patio sombreado en exteriores funciona bien durante el verano. El color de las hojas de una orquídea muestra si tiene suficiente luz para florecer. Hojas color verde intermedio o claro indica una cantidad de luz saludable. Hojas amarillas o puntos negros quemados indican demasiada luz. Por otro lado, las hojas verde oscuro significan que la planta está obteniendo luz insuficiente. Complementa la luz del sol insuficiente en interiores con luces para plantas. El viento suave ayuda a que las orquídeas crezcan apropiadamente. Incrementa la ventilación en los interiores abriendo ventanas por la mitad o usando pequeños ventiladores.

Temperatura y humedad

Las orquídeas prefieren temperaturas moderadas o cálidas y una humedad de entre el 40 y 60 por ciento. Las temperaturas en interiores que estén entre los 50 y 90 grados Fahrenheit (10ºC y 32,22ºC) son las mejores. No dejes que las orquídeas tengan calor. Evita ponerlas demasiado cerca de las ventanas u otras áreas donde las temperaturas varíen mucho. En los climas secos, humedece las hojas de la orquídea durante la mañana. Alternativamente, coloca a las macetas en bandejas llenas de guijarros y agua. De todos modos, mantén a las macetas lejos del contacto directo con el agua.

Agua

Riega a las orquídeas completamente, permitiendo que el excedente se drene a través de los agujeros de la maceta. De todos modos, no las riegues demasiado. Comprueba la sequedad de la tierra insertando tu dedo o un palo de madera en ella. Riega solamente cuando la tierra esté casi seca, 1 vez por mes como mínimo. La frecuencia del regado depende de la humedad, el tipo y el tamaño de la maceta, y el tamaño de la planta. Las orquídeas en macetas de arcilla, por ejemplo, necesitan un regado más frecuente que aquellas que están en macetas de plástico. No dejes que la maceta esté dentro de agua estancada.

Alimentación

Para obtener mejores resultados, fertiliza tus orquídeas, pero no demasiado. Elige un fertilizante balanceado 20-20-20 o una mezcla para orquídeas 30-10-10. Fertiliza cada 2 o 4 semanas. Si lo prefieres, usa un cuarto de la dilución normal y fertiliza cada semana en la temporada de crecimiento en verano. Omitir una comida no causa problemas. Prevén el daño de la acumulación de fertilizante con un buen riego para enjuagar el excedente. Cuando tus orquídeas dejen de florecer, fertiliza con menos frecuencia. Vuelve a un ritmo más frecuente cuando aparezca un nuevo crecimiento.

Cambio de maceta

Una orquídea debería quedarse en su maceta original hasta que se vuelva demasiado grande o hasta que se deteriore la mezcla de la maceta. Remueve la orquídea de la maceta y limpia la mezcla. Luego corta las raíces muertas o podridas. Una mezcla mediana apta para orquídeas permite que el aire fluya y tiene un buen drenaje. Algunos ejemplos incluyen a la fibra de coco, el musgo esfagno, el musgo de turba o astillas de corteza. Planta la orquídea con la corona un poco abajo del borde de la maceta. Luego llena la nueva maceta con mezcla de plantado sin cubrir la corona de la orquídea. Presiona la mezcla de plantado hacia abajo, y añade una estaca si la planta necesita apoyo.

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