Cómo asar ajo en la parrilla

El ajo puede ser asado entero o en dientes individuales.

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Asar el ajo suaviza su sabor picante y hace que sea lo suficientemente tierno para extraer los dientes y utilizarlos para una variedad de aplicaciones culinarias. El ajo puede ser asado en una parrilla --entero o los dientes individuales-- con la misma facilidad que se haría en una estufa o en un horno, tanto en parrillas de carbón como de gas.

Asado por calor directo

Este método expone directamente el ajo sin pelar al calor de la parrilla. Corta cerca de media pulgada (1 cm) de la parte superior de seis cabezas de ajo para dejar al descubierto la parte superior de los dientes. Ten cuidado de no cortar demasiado o los dientes se separarán de la cabeza. Remoja las cabezas de ajo cortadas en agua fría durante al menos 30 minutos y hasta una hora. Si usas una parrilla de gas, precalienta a alta temperatura durante 15 minutos y luego baja a una temperatura menor. Para las parrillas de carbón, deja arder el carbón hasta que se cubra con una capa de ceniza gris. Coloca las cabezas de ajo alrededor del borde de la parrilla con la parte cortada hacia abajo, de modo que no estén expuestas a las llamas directas. Rocía con 3 cucharadas de aceite de oliva. Cubre la parrilla y deja asar durante 1 y 1/2 a 2 horas hasta que los dientes se sientan suaves y tiernos. Puede que tengas que añadir ocho a 10 briquetas de carbón para mantener el calor suficiente para cocinar el ajo. Retira las cabezas de ajo y espolvorea la parte superior con sal y pimienta. Cuando estén lo suficientemente frías, extrae el ajo de los dientes.

Dientes envueltos en aluminio

Pela tantos dientes de ajo como desees asar. Coloca una pieza de 12 pulgadas (30 cm) de papel de aluminio de alta resistencia en un mostrador y ubica los dientes encima. Rocía con suficiente aceite de oliva para cubrir ligeramente cada diente. Dobla la hoja por encima del ajo por los lados largos, frunce ajustadamente y repite con cada extremo corto del paquete para asegurar que no pueda escapar aceite al fuego. Coloca el paquete encima de la parrilla y asa hasta que los dientes estén suaves y blandos, entre 20 y 30 minutos. Para almacenar para su uso futuro, deja que los dientes se enfríen, colócalos en un recipiente hermético y cubre con aceite de oliva. Si prefieres extender el ajo, rompe los dientes y cubre con una capa de aceite de oliva ligero antes de sellar. El aceite preserva el ajo asado hasta por un mes.

Cabezas envueltas con aluminio

Prepara las cabezas como para el método de calor directo, con la parte superior al descubierto y las cáscaras intactas. Cubre con aceite y envuelve herméticamente en papel de aluminio. Coloca los paquetes en la parte superior de la parrilla y asa durante 30 a 60 minutos hasta que el ajo esté lo suficientemente suave para exprimir fácilmente la pulpa de los dientes.

Ajo asado al carbón

Si tus brasas aún están calientes en la parrilla de carbón cuando hayas terminado la cocción, utiliza el calor persistente para asar ajo. Corta las tapas de las cabezas de ajo, esparce un poco de aceite de oliva sobre ellas y envuelve herméticamente con papel de aluminio de alta resistencia o normal en dos capas. Entierra el paquete en las brasas y déjalo durante una hora más o menos. Retira y utiliza a tu gusto.

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